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NATE
—Lamento entrar de esta forma, creí que algo le sucedía —digo encontrando mi voz—, Holly me dijo que se había desmayado —no puedo evitar que mis ojos recorran cada pequeña parte de su perfecta piel expuesta, ella acomoda la toalla y se cubre mejor, algo en mi mente lamenta por dejar de ver su suavidad, sus formas, las perfectas curvas que se marcan en los lugares correctos, no es una mujer delgada, su cuerpo curvilíneo podría hacer que cualquier hombre se pierda en cada una de esas sinuosas formas, vuelvo a ver su rostro, mientras ella parece meditar algo en silencio.
—Creo que me vio en el piso mientras hacía yoga, seguramente no la escuche entrar —dice y asiento.
—Creí que había dejado de venir a esta casa desde que usted llegó —explico, Holly siempre hace lo que quiere, por suerte no cruza los límites de lo correcto; sin embargo, me cuesta un poco hacer que siempre actúe de acuerdo a las normas que imponemos en la casa, me siento afortunado de que haya sobrevivido cuando