BREEN
Escuché cómo Acosta salía del auto, también sus pasos al alejarse y supongo que, en cuanto él ya no podía verme, Amina salió del auto, y me ayudó a salir del maletero. Rápidamente, entramos a comprar el pasaje, para que Acosta no nos viera. Obviamente, ella pagó todo, al igual que me dio unos cuantos dólares y me dio su móvil, para poder llamar a alguien una vez aterrizara en Chicago.
Nos despedimos con un abrazo y subí de última hora al vuelo de regreso a casa, sin saber lo que me esperaba una vez que pusiera un pie ahí, a lado de la persona que creí que me amaba y de la cual jamás imagine lo peor.
KELLEN
Cuando me fui de la cabaña, no esperé irme como lo hice, volé a Chicago, para reunirme con Adam y García, puesto que tenía nueva información, que, según él, jamás esperó encontrar. Pero me fui de la peor manera, la verdad es que no entiendo a Breen, no entiendo por qué se puso de esa manera. Comenzó a poner excusas estúpidas, para no tener relaciones, empezamos a discutir y to