BREEN
Sentí cómo todo mi mundo se caía a pedazos, y mi estómago se retorció al saber que todo estaba perdido. Ya no hay escapatoria, Stan es leal a su jefe y, por supuesto, jamás aceptará ayudarnos. Sin embargo, sus palabras nos sorprendieron.
—Los sacaré ahora mismo de aquí, Hugges sabrá qué hacer. Acosta me pidió llevarte hasta este punto —, señaló el punto en un mapa, del cual, no tenía la menor idea—. De ahí en adelante, él se hará cargo de ti.
—Pero ¿qué pasará con Acosta? ¿Él estará bien?
—Él sabrá arreglárselas, solo quedan seis hombres, pero sinceramente, dudo que puedan con él —se burló.
—¿Y tú? Cuando Daniel sepa que lo traicionaste, ¿qué es lo que te hará? —pregunté. Estos hombres prácticamente están dando su vida por mí, lo menos que puedo hacer es agradecerles.
—No te preocupes por mí, Breen, yo me uniré a las filas de Brennan, una vez que todo esto termine. Estoy seguro de que, de Chaim, no quedará ni el polvo.
Una vez que llegamos al punto donde Stan tenía que dejarnos,