AMOR EN TIERRAS SALVAJES. CAPÍTULO 64. Un gran negocio
AMOR EN TIERRAS SALVAJES. CAPÍTULO 64. Un gran negocio
Carter se había ido de la casa con ese paso tenso y difícil de confundir. Caminaba como si cada músculo estuviera sosteniéndose solo por pura rabia controlada, y aun así, desde afuera parecía un hombre decidido, frío, casi calculador. Llegó al restaurante del pueblo un poco antes de la hora acordada. El lugar era pequeño, con mesas de madera que ya conocían demasiadas conversaciones ajenas, y una luz amarillenta que hacía que casi todo pareciera más íntimo de lo que realmente era. Pero ese día, Carter no buscaba intimidad. Buscaba ser escuchado.
El forastero ya lo esperaba: un tipo robusto, barba descuidada, botas con polvo de carretera y esa mirada de quien estaba acostumbrado a negociar sin rodeos. Apenas Carter se sentó, el hombre abrió una carpeta gruesa y la giró hacia él como si estuviera poniendo una trampa cazabobos entre ambos.
—Así que… —dijo el forastero en voz alta, sin preocuparse por bajar el tono— …estamos hablando