AMOR EN TIERRAS SALVAJES. CAPÍTULO 22. Una intrusa
AMOR EN TIERRAS SALVAJES. CAPÍTULO 22. Una intrusa
Léa avanzó hacia Chelsea con los ojos llenos de rabia, como si estuviera a solo un paso de lanzarse sobre ella, pero Chelsea se puso de pie al instante. Su cuerpo no tembló, aunque por dentro sentía un calor desagradable que se mezclaba con indignación y una pizca de nerviosismo; la adrenalina le hacía latir el corazón más rápido de lo habitual, y sin embargo se obligó a mantener la calma.
—Ni se te ocurra —advirtió, sin mover ni un músculo—. No te dejes engañar por mi carita inocente —sentenció midiendo cada palabra—. De inocente no tengo nada. he hecho bastantes atrocidades en mis cortos años, así que precisamente por eso estoy segura de que la memoria de Emily no te importa para nada.
El rostro de Léa cambió al instante. Sus ojos se abrieron con una mezcla de shock y furia; y la tensión en la habitación aumentó como si hubiera electricidad en el aire.
—¡Eso no es cierto! —gritó con la voz temblorosa, aunque intentaba mantenerla fir