VORN:
Observaba a mis hermanos con incredulidad reflejada en mi rostro. Yo era el mayor de los tres, el que había asumido la responsabilidad de alfa de la manada; debía velar por todos. Pero nunca había luchado contra algo mágico, ni mi padre lo había hecho que recordara. Había escuchado historias, leyendas que hablaban de eso, pero jamás me había enfrentado a algo que no fueran los hechizos de las brujas. Me levanté lentamente y caminé despacio hacia la ventana, donde la luz del amanecer ya se elevaba por encima de los árboles.
—Reúne a los centinelas —ordené, mientras miraba el horizonte a través de la ventana—. Quiero un perímetro establecido alrededor de nuestro territorio antes del anochecer. Si esa barrera es tan letal como dices, necesitamos estar preparados para lo peor. Y sobre Sarah... —mis garras emergieron inconscientem