Capítulo 46. Lluvia repentina.
Capítulo 46.
Lluvia repentina.
Fue en ese momento eufórico y de gran alegría para Don Julio, que Brian se paró frente a ambos; cómo si estuviera viendo un espejismo y al momento en que Daliana lo vio allí, un cosquilleo surgió en su estómago, un pinchazo de nervios, se aflojó en su mente y las palabras se quedaron atoradas en su boca.
- Muchacho, has llegado tarde, te dije iba a ganar la carrera, yo no me pelo cada vez que ese caballo está en competencia…
-Llegué un poco tarde, pero venía escuchándolo en el auto.
-Sírvete una taza de café, en la cocina hay, Dali lo ha preparado y está muy sabroso como siempre.
Brian fue hasta la cocina, se sirvió una taza de café y regresó para sentarse frente a ella, parecía que los muebles estaban tan lejos, pero a la vez tan cerca, Don Julio inmediatamente comentó:
-Hablen ustedes un rato, este viejo ya necesita reposar, estar en la recámara…
Julio se marchó y en esa sala solo quedaban ellos dos; ninguno decía nada, ambos estaban nerviosos al hab