A esas alturas, el juicio se ha convertido en un simple espectáculo tedioso. Por la ultima hora, Anastasia ha intentado mantener la calma tanto como le es posible, pero escuchar una y otra vez lo maravillosas personas que son Nikolay y Lena mientras a ella la retratan como una niña caprichosa es un insulto a su inteligencia…y a la de cualquier otra persona.

Uno tras otro, los testigos de la defensa desfilan por el estrado, ensalzando a Lena como una víctima de las circunstancias y a Nikolay como un hombre honorable cuya reputación está siendo destrozada injustamente por una caza fortunas y asesina.

Cada testimonio es más ridículo que el anterior. Una excompañera de Lena asegura que Anastasia siempre la hacía sentir inferior, que su actitud distante la hacía parecer altiva. Un antiguo socio de negocios de Nikolay se deshace en elogios sobre su impecable trayectoria empresarial y su compromiso con la moralidad.

Anastasia siente su mandíbula tensarse con cada nueva palabra. Respira pro