El antiguo abogado de Kaesar se acomoda en el estrado, su expresión manteniéndose serena en todo momento, pero no por ello menos firme. Mientras el abogado defensor se pasea por la sala con aire confiado esperando la respuesta del hombre, pero cuando este responde, lo toma por sorpresa a él y a todos.
—Depende de cuál de los dos testamentos estemos hablando—asegura con calma.
Y al escuchar eso, Anastasia intercambia miradas con Arman, quien en tono bajo le pregunta si sabía algo sobre eso, a lo que ella responde que no.
—¿Disculpe? — pregunta el abogado con tono dudoso—. ¿Dos testamentos?
—Así es —responde el hombre con un leve asentimiento.
—¿Es cierto que existen dos testamentos pertenecientes al difunto señor Ivanov?
—Sí, eso es correcto, es lo que acabo de decir —afirma el abogado.
—Explíquese —ordena el defensor.
El hombre toma aire y tras mirar fijamente a Lena, Vera y termina posando su mirada en aquella mujer que segura ser Anastasia para finalmente responder con calma.
—El pr