Mundo de ficçãoIniciar sessãoCamila no durmió esa noche. Se quedó acostada en su habitación, observando las sombras moverse en el techo, repitiendo cada momento en ese balcón hasta que los detalles se volvieron dolorosos en su claridad. El sabor del champagne todavía estaba en su boca, mezclado con el sabor amargo del arrepentimiento.
Cuando finalmente se levantó al amanecer, con ojos hinchados por lágrimas que habían caído durante horas, tomó una decisión: le contaría a Alejandro. Toda la verdad. Antes de que Samuel pudiera usar esas fotografías, antes de que el veneno de la mentira pudiera infectar lo que quedaba de su matrimonio.
Era la única manera de adelantarse a esto.
Se duchó, se vistió con ropa simple—jeans y una blusa blanca—y ensayó las palabras que diría. "Cometí un error. Fui a un evento de Samuel. Él me besó. Yo lo abofe







