Romina no tuvo más remedio que seguir al CEO que se veía estaba de más mal humor que de costumbre.
El hombre subió al elevador, está vez miró a Romina y dijo.
— Suba, vamos retrasados y a mí no me gusta llegar tarde a mis reuniones.
— Está bien...
Más que una petición fue una órden, la asistente pronto subió, de inmediato supo que era una mala idea porque parecía que le faltaba el aire.
— Hoy veremos a un socio muy importante, él está aquí para ampliar sus... negocios — Nathaniel no le iba a decir que si amigo era uno de los herederos Castrioli, Boss de la mafia americana y rusa que venía a negociar con la mafia de Grecia.
— ¿Quiere que haga alguna anotación o algo en especial?
— No, solo esté atenta por si la necesito.
Cuando llegaron el bien vestido hombre recibió al CEO con un abrazo.
— ¿Cómo has estado Nathaniel Diamantis? hace bastante que no nos vemos.
— Si no es por qué tienes negocios aquí en Grecia, no eres para visitar a un viejo amigo, dime, ¿cómo estás? ¿qué tal la familia