Cuando el camarero se acercó hasta nuestra mesa, Adam eligió la comida para los dos, acercándonos el hombre algo de aperitivo y una botella de vino francés para que comiéramos y bebieramos algo mientras esperábamos a que nos sirvieran la comida
— ¿Cuánto tiempo te dejan en la clínica cojerte estas vacaciones? — le pregunté
— Soy el director y el dueño, puedo cogerme los días de vacaciones que yo quiera — respondió Adam
— Eso me gusta, ser tu propio jefe, Adam sí soy enfermera como tu y mi padrino me decis, podria trabajar en tu clinica entonces — le dije
— ¿Te ves preparada para asumirlo? — me preguntó
—La verdad es que no lo sé, con esto de que he perdido parte de mi memoria, no me arriesgaría a meter la pata en ningún trabajo — contesté
— En mi clínica solo tendrás que acompañarme a visitar a los pacientes y hacer lo que yo te diga que quiero que hagas — me contestó
— ¿Cómo ir al cuarto oscuro para examinar mi cuerpo? — le pregunté
— Eso seguramente lo haría en mi despacho, te tumba