Su risa se prolongó durante un buen minuto, dejándola roja por la confusión, y finalmente se detuvo.
Curiosamente, Maisie hubiera preferido que siguiera riéndose.
Él se acercó aún más y ella se dio cuenta demasiado tarde de que estaba tocando la pared, una prisionera.
Luego apoyó el brazo con indiferencia en la pared y le lanzó una mirada imbuida de misterio.
¿- Y usted es? Preguntó con una sensualidad que la inquietó por completo.
- Maisie Braxton.
Levantó una ceja y otra sonrisa bailó en sus labios.
¿- Y usted es? ¿Un detective privado? El hombre se rio entre dientes, bajando su mirada salvaje a su boca.
Maisie sintió que el aire la echaba de menos.
- Yo... estoy aquí... estaba haciendo una pasantía en el palacio como... costurera. Ella tartamudeó, evitando cuidadosamente su mirada.
Se enderezó para cruzarse de brazos.
Ella se sonroja al instante.
- ¿Entonces mi madre está tan angustiada que me envía a su costurera? Se burló, con una sonrisa divertida en los labios.
Maisie hizo todo