Capítulo 45. Eros y Afrodita
—Maya, deja a nuestro hijo… no es que me prefiera a mí, sino que está preocupado por mi salud y porque no me había visto ¿Verdad hijo?
—Si es eso… te he extrañado mucho papá, ya quiero que regresemos a tu casa los cuatro, mi hermanita muy linda, mi mamá, tú y yo —le dio un beso a su padre y después se giró hacia su madre y la abrazó provocando una inmensa alegría en ella.
—Yo también quisiera irme, no me gusta la idea de estar acostado aquí, sin poder ir a algún lugar —respondió Arion y Maya protestó.
—Lástima que no podrás irte hasta que estés bien —pronunció ella acercándose y abrazándolo.
Conversaron un rato más con el pequeño Eton hasta que lo fueron a recoger, pero el niño se fue molesto porque se quería quedar con ellos y Arion debió convencerlo.
—Debes irte a cuidar de tu hermana Fénix, además, de quedarte aquí puedes contagiarte de algún virus y enfermarte, entonces te dejarían aquí y no podríamos jugar cuando yo salga.
Ante las palabras de su padre, el pequeño aceptó irse y e