Todo estaba preparado: capturarían a Camelia cuando bajara a emergencias con el pretexto de que habían llevado a su abuela grave. Mientras tanto, había sobornado a un doctor que le reveló exactamente dónde Félix los había ubicado. Para su satisfacción, él mismo los ayudaría a capturar a Ariel; lo drogarían y lo trasladarían al aeropuerto, donde ella esperaría para desaparecer con rumbo desconocido. Jamás volvería a dejar escapar a Ariel Rhys, ¡jamás!
Ya no se trataba de dinero, eso le sobraba. Quería doblegar al hombre que la despreciaba. Impaciente, daba vueltas junto al avión, que estaba listo para despegar en cuanto lo trajeran. Llamó a Eleonor para cerciorarse.—¿Eleonor, ya fueron para el hospital? —preguntó nerviosamente, consciente de que era su única oportunidad.—Ya estamos aquí