Cuando Conrado vio a través de la puerta sintió un sudor frío recorrerlo de pies a cabeza, vio a Joaquín justo cuando le daba con el pie a un banco debajo de sus pies y colgaba de la columna, corrió dejando a Fabiana en el sofá.
La niña lloraba desesperadamente, recogió el banco y lo colocó debajo