El CEO Rossi soltó el portafolio que cayó quien sabe dónde para correr a auxiliar a su esposa. Cuando llegó a la cocina la vió. Ella tenía una linda bata rosa puesta, estaba descalza y estaba mojada desde las piernas hasta los pies.
— ¡Ismael, he roto fuentes, mira toda el agua que me ha salido, dios! ¿Creés que el bebé también salga ahorita mismo?
La bella ojiverde estaba muy nerviosa, al ser primeriza todo era nuevo para ella.
— No te muevas, voy a por tí, si ya rompiste fuentes eso quiere decir que el bebé ya viene, no se inmediato pero ya comenzó el proceso de parto.
Ismael alzó a su esposa para evitar que se resbalara, la llevaría arriba a cambiar.
— Señor, ¿Qué sucedió? — El chef llegó a revisar la comida, las cocineras también vinieron, y las mucamas.
— !Limpien el piso, la señora ya va a entrar en trabajo de parto, pronto partiremos al hospital!
— Por supuesto señor, de inmediato quedará limpio, señora Griselda, le deseamos un buen parto, que la buena fortuna