La dulce Griselda se está transformando en un demonio.
Dorian estaba en shock, su amigo si que era demasiado protector, no había manera de que eso sucediera.
— Eso es biológicamente imposible, Ismael, lo que debes hacer es estar con ella en el momento del parto, tomar su mano, darle tu apoyo.
— Ahhh... Pero no me han dejado entrar, se la llevaron a revisar y tengo que esperar aquí.
— Mira, ya voy para allá, tu definitivamente no vas a calmarte. — El senador cortó la llamada y salió de su oficina, su equipo de guardaespaldas lo siguió hasta el coche donde su chófer lo esperaba.
— Buenas tardes señor, ¿Lo llevo a la mansión Montana?
— No, vamos al hospital, la esposa de mi amigo Ismael está por dar a luz y él está histérico.
— Enseguida señor.
(....)
A Griselda el ginecólogo la había revisado, ella ya tenía cuatro centímetros de dilatación, necesitaba dilatar más para que el bebé naciera.
— Señora Rossi, el parto ya está en proceso, pero debe dilatar hasta diez y usted apenas tiene un cuatro, no se va a ir a casa per