Los Rossi estaban en shock con lo que acababa de decir decir Ismael. Incluso Isaías Rossi volvió a preguntar.
— ¿Qué es lo que dijiste? ¡Hirieron al CEO ruso, carajo! ¿Cómo está él?
— La verdad está mal, la ambulancia se lo acaba de llevar, tenemos que ir al hospital, sé que soy el anfitrión de la fiesta y me apena mucho tener que ausentarme de la boda, pero tengo que ir con Isabella, ella está muy mal al igual que Alexander.
— ¿Qué dijiste tío? ¿El chef Oliver le disparó a papá? ¡No, no, no quiero que papá muera! — Alexandro soltó el llanto, adoraba a su padre, se identificaba mucho con él, se sentía feliz de haberlo encontrado.
El niño buscó en quien refugiarse y se abrazó a la hermosa novia.
— Oh cariño... Todo va a estar bien, tu padre va a estar bien.
— ¿De verdad? ¿El se va a salvar?
Los ojitos azules del niño miraban fijamente a la hermosa pelirroja.
— Yo... Estoy segura de que así será, pequeño, ven aquí. — Griselda cargó al niño para confortarlo.
— Alex