Ismael por unos momentos se imaginó su vida en el futuro, una imagen de la hermosa Griselda y a su bello bebé en sus brazos se le vino a la mente. Ella lo mecía mientras le acariciaba los cabellos y le hablaba dulcemente a su hijo. El CEO se sentía inmensamente dichoso al tenerlos con él.
— ¡Por supuesto que estoy preparado para formar mi propio hogar, lo que es más, lo deseo enormemente! ¡No veo la hora de casarme con Griselda y esperar a que llegue nuestro bebé, y para eso tú vas a ayudarme!
— ¡¿Yo...?! ¿Qué quieres que haga?
— Si, verás, quise buscar una fecha en el registro civil para mañana o mínimo para este mes. Me urge casarme por lo civil con mi prometida y traerla conmigo a mi villa para cuidar de ella y del embarazo, pero su padre no me lo permite. El señor Smith quiere que haga las cosas como es debido.
— Es como debe ser, Ismael, debes casarte con la futura madre de tu hijo, darles seguridad y estabilidad a ella y a la criatura que viene en camino. Carajo, no p