-¿Karo, bailas conmigo la siguiente canción? Preguntó Arthur a la chica.
-Señor, no, usted continúe es su fiesta, yo estoy bien así, dijo la mujer algo nerviosa.
-Karolina es una orden, dijo el hombre ofreciendo su mano y sonriendo de la manera más sexi posible.
La hermosa mujer se levantó de su asiento sonriendo y sintiéndose algo cohibida, la chica era bastante espontánea y muy profesional, pero aquel hombre con el que trabajada, a su tacto la ponía nerviosa.
En aquel hermoso vestido en color azul, la chica deslumbraba, la pareja se veía espectacular.
-Señor, esto no está bien, estaremos en las portadas de las revistas de espectáculos, después sus clientes me verán mal.
-Relájate Karo, no pasa nada, en un mes aproximadamente nadie se acordará de esta cena.
Relájate, dijo el hombre acercándose a la chica.
La música comenzó, Karolina que era una excelente bailarina, no sabía cómo tocar a su jefe, ella realmente lo respetaba mucho.
El hombre tomó las manos de la chica y las puso alred