CAPÍTULO DIECINUEVE: LA CENA DE FARSA.( Parte II)

TENGO LA SENSACIÓN DE ALGO MÁS OCULTO.

​A continuación...

Entramos en la salita donde estaban nuestros padres.

​—¡Matthew! —exclamó mi padre, Christopher, con una sonrisa amplia y forzada, levantándose para darme una palmada en la espalda. Damon asintió con una sonrisa de tiburón.

​Alice me soltó el brazo. Era la hora de la escena más crucial.

​Me acerqué a ella, mis manos subieron para tomar sus hombros, y la acerqué a mí. Ella cooperó perfectamente, inclinando la cabeza hacia atrás. Su perfume, algo cítrico y limpio, me golpeó.

​El beso fue un simulacro. Nuestros labios apenas se tocaron, pero la proximidad era demasiado íntima, demasiado cruda. Sentí una tensión física que no podía explicar, ese latido diferente, un tirón constante que me hacía querer empujarla o besarla de verdad, todo menos mantener la pose profesional.

​Ella se apartó primero, mirándome con unos ojos que, por un segundo, parecieron reflejar mi propia inco