91| Exponer.

Adrián se quedó en la cama un rato, un largo minuto en el que Elena lo miró desde arriba. Luego, Hanna se acercó a él y tomó delicadamente a su bebé en sus brazos.

— Tiene razón, Adrián. Ve con ella. No tienes que confiar — le murmuró — . Pero al menos escucha lo que tiene por decir.

Adrián dejó que Hanna quitara al pequeño bebé de su regazo y se sintió vacío cuando lo hizo. Se puso de pie y volteó a mirar a Francisco. El policía se puso de pie para acompañarlo. Ambos hombres salieron, acompañados de la mujer, del hangar.

— ¿Qué se supone que es esto? — preguntó Adrián — . ¿Son de la policía? ¿El ejército?

— Ambos. Somos una organización un poco extraoficial... de hecho, bastante extraoficial. Hay cosas que se tienen que hacer por fuera de la ley, ¿no es así? — le dijo al policía.

Francisco gruñó como única respuesta mientras miraba alrededor. Le había sorprendido a Adrián que no le hubiesen quitado el arma a Francisco. O querían que confiaran en ellos, o eran realmente tontos.

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