Esta vez el agente no condujo tan rápido como cuando salieron del hospital, de pronto estaba siendo más considerado con la chica. Ella ya había llorado lo suficiente y necesitaba un poco de tranquilidad.
— El vestido es lindo, pero espero que no se te meta demasiado el frío.
Habló de pronto el hombre ruso.
— Que forma tan extraña tienes de elogiaron, pero no te preocupes, estaré bien, el abrigo que tú asistente eligió para mí, además de ser muy lindo, es muy cálido.
— Que bien que te gustó.
— Bromeas, es lo último en la moda Europea, a decir verdad no puedo creer que lo haya conseguido en tan poco tiempo, solo lo venden a clientes distinguidos y con influencia. Tú necesitas darle un bono adicional a esa eficiente asistente tuya.
— Lo tomaré en cuenta, aunque... Un momento, ¿Cómo es que pareces saber tanto de moda?
— Oh, eso es porque estudie diseño de modas en Milán, siempre he sido fashionista, ese es mi talento.
Monse por primera vez reía un poco al hablar de lo