C17-LE GUSTABA ESE LOBO Y NO IBA A RENDIRSE.

La mansión Shadowfang se alzaba sobre una colina rodeada de árboles centenarios. Su fachada de piedra gris y ventanales altos reflejaba la elegancia fría de una familia que había vivido siglos. El rugido del Maserati rompió el silencio del atardecer, y cuando el motor se apagó, Draxel bajó del auto con ese aire seguro y atractivo, llevaba una camisa azul arremangada, pantalón beige y el cabello ligeramente despeinado.

Le lanzó las llaves al mayordomo con una media sonrisa.

—Cuídalo bien, Rupert.

El hombre, de cabello canoso y porte impecable, asintió con respeto.

—Siempre, señor. Bienvenido a casa.

Los Shadowfang eran una de las manadas más antiguas del linaje europeo. Su riqueza provenía de siglos de negocios discretos: transporte marítimo, inversiones tecnológicas.

Pero Draxel había decidido abrirse camino solo.

No quería seguir el patrón de su padre ni ser el perro fiel de una dinastía que vendía libertad a cambio de poder, adem