En la mansión Volkov, Alexander, estaba terminando de trabajar, había tenido una larga jornada laboral aún sin haber asistido a la compañía, apagó su computadora y la cerró para ponerse de pie y estirarse un poco para ir a darse una ducha
El Alfa pudo ver qué la mapache se estaba moviendo por la cama
— Ya despertaste, eh, justo a tiempo para nuestro baño, no creas que vas a dormir en la cama sin antes acicalarte
La mapache le bufó, se veía adorable así enfadada
— Mirate nada más como te molestaste, ¿acaso no te gusta bañarte? hmmm... qué mapachita tan sucia
El animalito, sacó sus garritas y le dió un zarpazo al lobo, él solo siseó y se alejó un poco
— ¡Solo es un baño, no hay por qué ponerse así, Pero que mal carácter tienes...!
— Alexander, ¿Con quién demonios hablas? — Angelo, entró a la habitación sin tocar, fue entonces que vió al mapache arriba de la cama y a su hermano sangrando de la pierna — ¿Qué hace este animal aquí? ¡Estás herido, ahorita te ayudo a sacarlo,