Carlos dijo con seriedad, —Vale, le diré al encargado que llame a todos los que estén de guardia esta noche a la primera planta.
Marcó el número de teléfono del responsable del hotel, además de darle instrucciones para que llamara a la gente al primer piso, también le ordenó que comprobara la vigilancia, ya que esa persona se atrevió a tenderle una descarada trampa a Cecilia, debía pensar en las consecuencias de ser desmantelado, con toda probabilidad, ya había salido corriendo.
Dijo Cecilia: —señor González, ¿podría molestarle para que me haga luego una copia de la vigilancia de esta noche?
No sabía si su paliza a la mujer de los labios rojos se enconaría en los medios, pero para estar seguros, era mejor conseguir la vigilancia.
Carlos no preguntó por qué: —vale.
Se dio la vuelta para volver a por su móvil, y Lidia vio a Criz dentro, que se estaba curando las heridas. —Criz, ¿cómo te has hecho daño?
Criz no dijo más detalles: —Accidentalmente rompí la copa de vino.
Cecilia había queri