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👑 El Cebo Peligroso y el Laberinto de Confianza

La casa de Kyler era una fortaleza de cristal y acero, pero para Mía se sentía como un santuario. La luz de la tarde entraba por los ventanales, iluminando el salón moderno. Kyler la había sentado en el sofá más grande y cómodo, donde ella había compartido sus sentimientos de miedo y felicidad.

—Mía, mírame —dijo Kyler, arrodillándose frente a ella. El gesto era de total devoción, pero sus ojos guardaban una tensión palpable—. Lo que me contaste en el coche sobre el bolso y el collar... No es la primera vez que esto sucede.

Mía se enderezó, el cólico momentáneamente olvidado. —¿Qué quieres decir? ¿Que me han vigilado antes?

—No a ti, directamente. Pero sí a mí. Y a las personas cercanas a mí. El mensaje no era solo para ti, era para mí, a través de ti. Me están diciendo: "Sé quién es tu punto débil y hasta dónde puedes llegar". El secuestro... creo que fue solo una prueba, un señuelo para ver mi reacción, para medir cuánto te impo