-Buenos días, querida - escuchó abrir la puerta del cuarto donde dormía.
-Buenos días, Mata Hari - abrió los ojos todavía soñolienta.
-Sé que debes estar cansada pero hoy es el gran día, debemos arreglarlo todo.
-Sí, lo sé - respondió sentándose en la cama.
- Vístete, te espero para desayunar, Rubens está abajo ya está preparándolo todo para la tarde.
-Está bien, ahora mismo me visto - respondió poniéndose de pie.
Aunque Nadezhda estaba cansada y con un estado anímico no muy bueno, se levantó de la cama con la mente fija en su misión debía "sacar a Bastián"
Seguía molesta por la estupidez que había hecho pero tenía que sacarlo de prisión, sino no se iría de Francia y esperaría a su Buró para que la matar&a