Se sentía bien.
Por lo menos, desde el punto de vista de Grant. El tener acurrucada a Callie era una sensación completamente distinta al resto, como si estuviera destinada a estar allí.
Aunque para ella, posiblemente pensara que es Kira a la que abraza como un panda a su árbol.
Pero esperaba que ella estuviera en la misma sintonía cuando despertara.
Por qué tal vez... Su situación podría ser más que una artimaña.
Eso se decía a si mismo cuando cada acción que ella realizaba iba profundizando más sus sentimientos.
Grant estaba enamorado de Callie.
Pero antes de empezar a admitirlo en voz alta, necesitaba ganársela, y para ello, tendría que usar todo su armamento.
No era una tarea fácil.
Callie era especial, y con altas paredes que impedían que cualquier desconocido intentara hacerle daño.
Y lo entendía.
Quien no lo haría después de semejante engaño. La mayoría de personas a quienes les ofreció su confianza terminaron acabándola. Además, había sufrido la perdida de sus padres a tan temp