—Escúchame. Tienes que oír lo que tengo para decir —le dice él al oído—. Tu padre ha descubierto que hay personas que quieren hacerles daño, y me temo que son ellos. Debes mantenerte en silencio, nuestra única opción es salir por detrás y huir.
—¿Quienes son?
—No lo sé. No estaban allí cuando llegué —le asegura—. Tenemos que irnos ahora.
—No voy a dejar a mis padres
—Estoy seguro de que Evan saldrá por al cocina. Nos encontraremos abajo y huiremos.
Jade intenta arrastrar a su madre hacia afuera, incluso después de que la mujer se había desmayado. Las lágrimas caían con desesperación mientras intentaba luchar contra el humo que salía de todas partes y el fuego cercano que calentaba su piel.
Rezaba y suplicaba en su mente, deseando salir de allí con vida. Solo pensaba en su hermana, la chica se había quedado arriba y no había forma de subir por aquella escalera que conectaba con el pasillo de las habitaciones, pero si lograba salir, podría subir por la otra, que venía desde el garaje.