Mientras yo horneaba algunas galletas y palomitas en la cocina, mis dos mejores amigos hacían negocios en la sala. Escuché algunos "Estás jugando conmigo" seguido de chillidos emocionados y un "Es una trato".

Estaba metiendo al horno mis famosas galletas de chocolate con almendras cuando ambos entraron con enormes sonrisas.

-Compartiremos a su esposa. - Dijo Megan con un puño al aire.

-Felicidades. - Asentí feliz por ellos. - ¿Irás ahora a buscar el televisor?

-Si. Volveré en quince minutos y para celebrar, yo cocinaré la cena. - Dijo Duncan despidiéndose mientras caminaba hacia la entrada. - De camino hablaré con el sheriff.

-Seguro.

Megan me miró con una ceja arqueada.

-¿Qué sucede con el sheriff?

-¿Con él? Nada. - Dije encogiéndome de hombros. - A menos de que su ex esposa haya regresado al pueblo en busca de su canario perdido de nuevo.

-¿Lo ha vuelto a hacer? - Preguntó mi amiga con incredulidad.

-Ni idea; ciertamente ya se acerca esa época del mes en que tenemos noticias de ella