Samantha:

Minutos antes.

Estaba en mi habitación terminando de arreglarme con la ayuda de Malena y Sarah, ambas me ayudaron con el cabello y el maquillaje.

El señor Drago me regalo un vestido negro con mangas de encaje que llegaba a mis rodillas, era muy bonito y me gustaba demasiado, junto con eso unos tacones no tan altos que me eran cómodos.

—No puedo creer que vayas a salir con el señor Drago —habló Malena a través del espejo—, me alegra mucho que se haya librado de esa víbora.

Sobre lo de Kylie, hacerla que se arrodillara ante mi para pedirme perdón, fue algo que jamás pensé ver o que el haría, pero debo decir que por dentro me causó mucha satisfacción verla así, ella no tenía por que humillarme y menos golpearme, me gustó mucho que Drago me defendiera de ella.

Sarah maquilló mi golpe muy bien, no parecía que tuviese un golpe, colocó rojo en mis labios y terminó de colocar delineador y ya estaba lista.

Mírame al espejo era algo que odiaba pero ahora me veía hermosa, era la primer