Zoe:
La chica estaba terminando de maquillarme, mi cabello estaba listo al igual que mi atuendo. Me dieron un traje beige ancho, puede que así lo parezca pero me queda a la perfección.
Anoche no pude dormir debido a la emoción y los nervios obviamente. Pero también estaba pensando en lo que vendría después, estaba preparada para ello, al igual si no sucedía nada, aunque lo dudo demasiado.
Yo decidí esto.
Yo decidí mostrar mi rostro de nuevo, así que estoy lista para lo que se me venga encima.
Había otra cosa en la que no dejaba de pensar y eran los hermanos Praxton. Anoche en la cena que tuvimos todos, tuve la fortuna de conocerlos mucho más a ambos, me di cuenta lo divertidos que son, además de que siempre tenían un tema de conversación, me hicieron sentir cómoda y tranquila. Era una sensación tan bonita, una que no había sentido desde hace mucho tiempo.
De mi mente no salían los ojos de Demian y la sonrisa de Azel. Incluso me cuestioné a mi misma por ello ¿Por que tengo que pensar en ambos? Eso, evidentemente está muy mal.
Pero no puedo evitar hacerlo, es como si mi mente quisiera aquello con todas sus fuerzas.
No puedo hacer algo como eso y no es porque sean ellos dos, simplemente que no puedo permitirme sentir algo como eso, aquello que le llaman amor o el sentir algo por alguien. No puedo hacerlo, porque eso significa un riesgo para mi y para ellos y no es porque sea una mala persona si no que mi pasado me obliga a no acercarme a nadie más, mucho menos si es un hombre, o dos.
Creo que me quedare con solo la ilusión.
—Estás lista Zoe —me dijo la maquilladora—, quedaste preciosa.
—Gracias —le sonreí, ella se retiró de mi camerino y si, ahora tendría mi propio camerino, es pequeño pero creo que es lo justo para mi. Desde siempre se me enseño que no podía obtener algo más por mi propio medio, pero me gusta este pequeño espacio.
—Zoe.
Mire a través del espejo, luego me puse de pie al verlos a ellos entrar al camerino. Me quedé como tonta mirando lo guapos que se veían en esos trajes de tres piezas color negro y azul. Hasta ahora noto que ambos tienen una flor en su mano.
—Luces preciosa —dijo Azel, luego sonrió.
—Creo que espléndida sería la palabra —Demian al contrario, me miraba de una forma de la cual no sabría describir.
—Gracias —fue lo único que pudo salir de mis labios.
—Trajimos esto para ti —ambos me entregaron las flores.
—También vinimos a darte aliento —dijo Demian—, estaremos apoyandote cuando comience el lanzamiento.
—Gracias de verdad —dije un poco nerviosa—, aprecio mucho esto.
—No hay de que —Azel se acerco a mi para besar mi mejilla, luego Demian hizo lo mismo, yo me quede paralizada como idiota y no es porque haya sido malo el beso, si no porque ambos me estaban comenzando a poner nerviosa.
—Suerte —Mire a Demian a los ojos—, ellos te van a adorar.
—Nos vemos afuera —escuche a Azel, yo solo pude asentir, ambos salieron de mi camerino. Yo me recargue de la mesa apenas se fueron, tuve que calmar mi respiración. Hace demasiado tiempo que un hombre no se acercaba a mí de esa manera.
Y no es que haya sido malo, repito, ellos me ponen demasiado nerviosa y no se como controlarlo. Ellos en sí están comenzando a hacer estragos en mí.
—Zoe —la chica de producción entró a mi camerino—, ¿Lista?
—Lista —tome aire.
—Bien porque comenzamos en dos minutos, ven conmigo.
Le asentí, comencé a seguirla hacia la parte de atrás de la pasarela, porque si, había que hacer la presentación de los bolsos antes de que Ava saliera. Me explicaron que era lo que debía hacer, que saldría de última, me dieron el primer bolso, era el que había usado en la sesión de fotos.
Las luces se apagaron, la música comenzó a sonar y por último se escuchó la voz del presentador hablando sobre el nombre de la marca de Ava. La primera chica salió y los aplausos no se hicieron esperar.
Luego salió la segunda y por último yo.
Subí a la pasarela, me cegué por un momento debido a la luz, pero comencé a caminar tal cual nos habían enseñado en las clases de pasarela, la verdad no sabia si lo estaba haciendo bien pero quería dar una buena impresión al menos.
Desfile de regreso hacia la parte de atrás de la pasarela solamente para que me dieran otro bolso y así esperar mi turno para volver a salir.
A medida que iba saliendo, yo estaba adquiriendo mucha más seguridad en mi misma. El miedo del que estaba preocupada al inicio había desaparecido por completo. Por primera vez en mi vida, estaba brillando por mi propia cuenta, las personas aplaudían de emoción para mi.
Me siento orgullosa de todo lo que he hecho en este corto tiempo.
Me esforcé, trabajé duro para esto y para demostrar que yo si podía valerme por mi misma. Si ellos llegan a verme, se darán cuenta de que si pude por mi misma, que jamás los necesite.
Yo pude salir de ahí a pesar de que no tenía dinero, que era una chiquilla de diecinueve años con sueños de ser libre. Ahora estoy cumpliendo un sueño que no pensé que tendría y así, conocer a personas que me valoran y respetan.
Merezco todo esto que me está sucediendo, después de muchos años me están sucediendo cosas buenas. Me merezco esto, merezco que las personas reconozcan que tengo talento.
Me sentía segura desfilando en la pasarela, habiendo superado mi miedo inicial. Por primera vez en mi vida, brillaba por mí misma y el público la aplaudía con emoción. Estaba orgullosa de todo lo que había logrado en poco tiempo, demostrando que podía valerme por mi misma y que no necesitaba de nadie más.
Estaba cumpliendo un sueño que no creía posible, conociendo a personas que la valoraban y respetaban. Yo sabía que merecía todo lo que le estaba sucediendo, después de muchos años de sufrimiento y llanto.
Lo había logrado.
(...)
Más tarde:
—Salud por ese tremendo logro preciosa —Rebeca y yo chocamos las copas—, en serio felicidades por tu logro.
El desfile fue todo un éxito, recibí todos los elogios de la prensa, de algunos organizadores, e incluso de patrocinadores. Estaba contenta pero por otro lado quería que Flavia viniera, pero me dijo que no podría porque estaba enferma. Es una pena, quería compartir esto con ella también.
—Gracias, creo que esto no sería posible gracias a la señora Gina y Ava, quien fue quien me reclutó.
—Es porque vieron el talento en ti, así como todas estas personas —murmuro cerca de mí—, no dejan de hablar de ti.
—Ay no, no digas eso —reí avergonzada.
—Ay vamos, no seas tan modesta Zoe, sabes que lo hiciste excelente.
—Si, pero no puedo llevarme todo el crédito —negué—, no quiero que piensen que soy egocéntrica.
—Lo sé, eres demasiado dulce —ella rió—, por cierto, los jefes no dejan de mirarte.
—¿Qué? —casi me ahogo con el champán— ¿De que hablas, Rebeca?
—No soy tonta, no han dejado de mirarte —ella miró detrás de mí, yo quise hacerlo también pero no quiero ser muy obvia—, no creas que me di cuenta anoche en la cena. Algo me dice que le gustas.
—¿Qué? No —negué—. Es imposible..
—¿Cómo que imposible? Eres preciosa, además de que eres muy dulce, cualquier hombre estaría encantado contigo —ella me sonrió—, los jefes son apuestos.
—Dices unas cosas —reí nerviosa.
—Digo la verdad preciosa —me dio un codazo leve.
Es una locura lo que dice, no quiero hacerme ilusiones o ideas equivocadas sobre ellos. Además dudo de que yo sea de su tipo, otra cosa importante en la que no había pensado, no pueden gustarme dos hombres a la vez, eso no está bien visto. Se que su familia es Polígama desde hace muchos años y puede que ellos lo vean normal, pero yo no, no los juzgo porque no soy quien para hacerlo, pero no estaría bien tener dos hombres...
... Para mi.
No, ¿qué cosas estoy pensando?
—Disculpen señoritas, pero tengo que llevarme a mi hermosa novia —Chris se acercó a nosotras, luego se llevó a Rebeca.
Saludé a algunas personas, otras me felicitaron por mi trabajo. Mi vista se fue hacia una de las chicas, ella estaba con sus padres. Al verla sentí un poco de envidia, porque ella estaba con sus padres celebrando este logro, yo por otro lado estaba sola, tenía los sentimientos revueltos en este momento.
—Hola de nuevo —di un pequeño respingo al escuchar a Demian—, lo siento si te asuste.
—Tranquilo, estaba absorta en mis pensamientos —reí un poco.
—Entiendo —él no dejaba de mirarme—, por cierto, felicidades por la pasarela, lo hiciste demasiado bien.
—¿Tú crees?
—Por supuesto Zoe, he visto a modelos hacerlo muchas veces, puede que no sea experto en el tema, pero puedo garantizar que lo hiciste muy bien —él se recargó un poco de la mesa—, te notaste más segura de ti misma. Eso me gusta.
—Gracias Demian —murmuré—, me esforcé para lograr algo bueno.
—Y lo has hecho —sonrió, hasta ahora noto que tiene hoyuelos, no se distingue mucho debido a su barba.
Dios, es muy atractivo.
—Ten hermano —Azel apareció con un par de copas, le entregó la otra a Demian—, ¿que hablaban?
—Está felicitando a nuestra hermosa Zoe —respondió Damian, aquella palabra nuestra, sonó un poco distinta—, que lo ha hecho de maravilla.
—Oh sí —él sonrió ampliamente—, quedé fascinado al verte pasar por esa pasarela —soltó un silbido—, en serio me sentí orgulloso de que tú seas nuestra modelo.
Nuestra, ya lo han dicho un par de veces, quizá esté exagerando, pero siento que aquella palabra lleva doble sentido. No quiero pensar de más.
—Gracias, a ambos, significa mucho esto —suspire.
—Ahora brindemos —propuso Azel—, por tu logro y por lo que se viene, también celebrar que eres oficialmente nuestra... Nuestra hermosa modelo —él sonrió—, salud.
—Salud —dije, luego chocamos las copas. Yo le di un trago a la champán de golpe, en este momento necesitaba algo más fuerte, no sé qué demonios está pasando conmigo ahora, pero ambos me tienen demasiado nerviosa.
—Zoe, ¿tienes planes para mañana? —me pregunto Azel.
—La verdad sí —respondí—, mañana pensaba buscar un departamento, puesto que me pagaron bien, quiero conseguir algo más cómodo para vivir.
—¿Ah sí? —le asentí a Demian— Si necesitas ayuda con eso, estamos disponibles, ¿cierto, hermano?
—Claro, conocemos varios lugares que te pueden alquilar a un buen precio.
Iba a hablar pero apareció la señora Gina, pero no estaba sola, estaba con sus esposos, Azael y Damian.
Me quede como idiota viendo a los señores Praxton. Demian era la copia exacta de su padre Azael y Azel se parecía un poco a Damian pero con toques de su madre. Ahora entiendo porque su genética es tan hermosa, si ellos en sí lo son.
—Zoe, te presento a mis esposos, Damian y Azael.
—Un gusto señores Praxton —estreche la mano de cada uno—, Zoe Swan.
—Damian.
—Azael —él me sonrió—, oye, lo hiciste muy bien en la pasarela, felicidades.
—Muchas gracias señor Praxton.
—Lo hiciste excelente linda —me elogió la señora Praxton—, están hablando mucho de ti, cosas buenas por supuesto —rió un poco—, espero que después de esto, sigas creciendo mucho más.
—Eso se lo debo a usted, de verdad que gracias por creer en mí y por ser paciente, sé que fui un poco torpe.
—No digas eso, tu hiciste un excelente trabajo, además de que te esforzaste mucho, hay que darte los créditos también —ella miró a sus hijos—, espero que la traten bien en la agencia, ya saben.
—Lo haremos mamá —respondieron al unísono.
—Gina amor, terminemos de saludar, quiero irme de aquí —dijo su esposo Damian, ella solo rodo los ojos y se fue, no sin antes despedirse de mí y felicitarme de nuevo.
—Disculpa a mi papa, es un viejo amargado.
—Te escucha decirle viejo te asesina —Damian ríe.
—¿No le gusta que le digan viejo? —pregunte.
—Lo odia a muerte —yo reí—, antes era un amargado, ahora ya no lo es tanto —Azel se encogió de hombros—, supongo que cambió por el poder del amor.
—¿Y ustedes, son amargados?
—Para nada —respondió Demian—, somos más como mamá, ella es muy alegre y extrovertida, digamos que tenemos un poco de los tres.
—Estoy de acuerdo —coincidió su hermano.
Agradezco tanto que me hagan sentir cómoda justo ahora, quiero concentrarme en este momento que era mio, solo mio. Estaba comenzando a conocer personas a las que de verdad les importaba.