Capítulo 1.

Zoe: 

—Lleva esto a la mesa cuatro. 

Asentí y tome la bandeja para dejarla en la mesa correspondiente. Aquellas personas me dieron una sonrisa de amabilidad que de inmediato correspondí, luego volví a la cocina para tomar un poco de agua. 

Estaba un poco agotada pero debía trabajar, necesitaba hacerlo para mi carrera y los gastos que tenía. 

—Hoy está lleno —escuche a Flavia, la dueña—, eso debe a ti. 

—¿A mi? —alcé una ceja— Lo dudo. 

—Claro que si, eres demasiado dulce, eres amable, atenta, además de hermosa. 

—Aprecio eso pero, lo hago porque es mi trabajo. 

—Aun así Zoe, eres demasiado dulce —ella rió—, ¿sabes? Deberias ser modelo, ya te lo he dicho varias veces. 

—Ah si, pero no... No quiero sonar única y diferente pero, ese mundo está lleno de vanidades y creo que no encajaría en esas cosas —me encogí de hombros. 

—Lo se, pero deberias aunque sea intentarlo, eres hermosa y toda esa belleza se desaprovecha aquí —me sonrio—, la agencia Praxton está abriendo audiciones, deberías ir. 

—Ah ya se donde viene todo esto —rei—, Flavia, lo aprecio pero no creo que entre en esas cosas, allá hay demasiadas mujeres hermosas y preparadas, yo no tengo nada de eso. 

Ella cada vez que tiene oportunidad me dice lo mismo, yo no estoy del todo interesada en esas cosas del modelaje y maquillaje, claro, yo tengo que verme presentable para los clientes ya que el restaurante es un poco popular entre los jóvenes e influencers. 

Incluso más de una vez han venido agentes a reclutarme como modelo, pero en todas me he negado, no quiero meterme en ese mundo del modelaje o la fama, aunque no se realmente como es ese mundo, se cómo termina la mayoría. 

Tampoco es que tenga una baja autoestima, se que soy hermosa, pero no quiero exponerme a esas cosas, siempre he sido cuidadosa con todas mis cosas, incluso con mi vida privada, que prefiero mantener en secreto. No la he pasado nada bien con respecto a mi vida privada, aun asi trato de mantenerme lo mas positiva posible, asi quiero mantenerme siempre a pesar de que no me haya ido nada bien. 

—Como quieras, pero espero que algún día cambies de opinión —ella me sonrió—, tienes demasiado potencial, lo digo en serio. 

—Lo aprecio. 

—Bueno señorita, lleva un par de cafés a la mesa diez.

—Bien. 

Espere que el par de cafés estuviesen listos para tomarlos y llevarlos a la mesa que me dijo Flavia. 

Al llegar a la mesa los deje sobre esta, incluso pregunte si querian algo mas pero ambas personas se negaron de manera amable, agradecia mucho siempre toparme con personas amables, creo que me echaría a llorar si alguien me grita, esa es una de las cosas que odio de mi misma, ser demasiado sensible ante cualquier situación, siempre pero siempre, me gana el sentimentalismo y lloro por todo o casi todo. 

Si, me falta demasiado carácter. 

Camine hacia una de las mesas vacías para recoger la misma. Trabajo de mesera desde hace dos años aquí y aunque a veces sea bastante pesado el trabajo, no me quejo, porque gracias a ello, he podido pagar mi carrera o lo que queda de ella. También pagar el alquiler de mi pequeña habitación, por eso estoy agradecida con Flavia por haberme dado el trabajo a pesar de que jamás había trabajado en mi vida. 

No tenía porqué hacerlo, pero por las cosas de la vida me tocó trabajar. 

—Disculpa —me detuve al escuchar a una persona—, busco a Zoe Swan. 

—Soy yo —fruncí un poco el ceño al ver a una mujer frente a mi. 

—Ya veo —ella sonrió—, soy Ava Green —ella extendió su mano y yo la estreche—, soy socia de la agencia de modelos Praxton. 

Di un par de parpadeos cuando ella me lo dijo. 

—Llevo días reclutando chicas, ayer vine y te vi —sonrió—, por mala suerte no me atendiste pero qué alegría haberme topado contigo. 

—Entiendo.. 

—Seré directa, ¿te gustaría formar parte de nuestra agencia? La misma esta buscando modelos nuevas para una marca de ropa que va a lanzarse en unos días y necesitamos modelos nuevas y tu, encajas con lo que estamos buscando. 

—Lo siento —dije un poco apenada—, pero no estoy interesada en ello..

—Solo será una prueba —dijo un poco insistente—, solo un par de fotos, te pagaremos por ello, no creas que todo eso es de a gratis —rio—, pero nos gustaría al menos una prueba, solo un par de fotos y tu decides si quieres quedarte o no. 

La verdad es que se veía un poco desesperada, obviamente conozco la agencia Praxton, es una de las mas importantes del pais durante todos estos años. Vaya que ella es muy convincente. 

—Bueno, está bien. 

—Excelente —ella me entregó una tarjeta—. Esta es la dirección, no te preocupes que te dejarán entrar. 

—Vale, pero ¿cuando debería ir? —miraba la tarjeta. 

—Mañana. 

—¿Mañana? —la mire— Pero..

—Hasta mañana hay audiciones, solo escogerán tres chicas y algo me dices que serás escogida. 

—Bueno, iré entonces —dije no muy convencida. 

—Creeme que no vas a arrepentirte —me sonrió—, espero que vayas, adios Zoe. No lo olvides, mañana y a las nueve de la mañana. 

Ella estrechó de nuevo mi mano y se fue del restaurante, al entrar a la cocina Flavia sonreía de manera victoriosa. 

—Tienes mucho que ver ¿no es así?

—Un poco —me guiño un ojo—, pero bueno linda, no debes desaprovechar tremenda oportunidad, las chicas que salen de la agencia de los Praxton se vuelven famosas, se que no quieres fama y esas cosas pero, al menos si trabajas ahí podrás pagar tu carrera y salir de aqui —se acerco a mi—, te aprecio porque eres una chica muy dulce y buena, pero el ser mesera no es tu sitio, debes ir hacia más allá y se que tu tienes mucho talento. 

Eso me conmovió un poco, le asentí, así que iria, me iba a arriesgar aunque no tuviera la experiencia o la preparación que se requiere para ser modelo. Aún así lo intentaría, si no quedo al menos me quedó la experiencia de haber ido a esa agencia tan prestigiosa. 

(...)

Al dia siguiente. 

Y aquí estaba, mirando el pequeño pero enorme edificio frente a mi, frente a el estaba el enorme cartel, Praxton Agency, vaya que si es enorme y elegante. Me gusta. 

Solté un suspiro y camine hacia la entrada, cuando ingrese quede aún más sorprendida, las enormes vallas publicitarias por todos lados, fotos de chicas en carteles entre otras cosas. 

—Buenos días —le dije a la chica de recepción—, vine a las audiciones, soy Zoe Swan. 

—Dejame buscarte —ella tecleó algo y me miró—, si, aquí estás —me entregó un pase—, sube al ascensor y ve al piso cuatro, ahí encontrarás el pasillo hacia la audición.

—Gracias. 

—No hay de qué y suerte. 

Me coloque el gafete en la camisa y camine hacia el ascensor, la verdad es que estaba nerviosa y sentía que iba a vomitar, pero debía mantenerme firme en esto. 

Entre al ascensor que por suerte estaba vacío, cuando estaba por cerrarse una mano lo detuvo y se abrió. Un par de hombres entraron al ascensor, ambos se posaron detrás de mi, aquello me hizo sentir pequeña. 

—¿Llamaste a papá?

—Lo hice, me dijo que fuéramos a cenar esta noche en casa.

—Bien.

Sentí que ambos estaban taladrandome la espalda, aquello me hizo sentir pequeña por alguna razón, el ascensor se detuvo en el piso correspondiente, no pude verlos pero ambos hombres pasaron por mi lado y ambos, se fueron por un pasillo diferente. 

Yo, mire hacia el pasillo, habían muchas chicas en el, algunas altas otras no tanto, pero si había algo en común con ellas, todas se veian muy preparadas, estaban vestidas como si fuesen Misses, algunas traían equipo de maquillaje y peinado, otras estaban solas, asi como yo. 

Yo estaba vestida demasiado sencilla puesto que no sabia que ponerme, me siento fuera de lugar, como si no perteneciera a este mundo. 

Una chica se acercó a mi para entregarme un número, el quince. Yo me senté en una de las sillas y puse mi bolso encima de mis piernas, estaba realmente nerviosa y comenzaba a cuestionarme del porque estaba realmente aquí, pero ya no había marcha atrás. 

(...)

Después de unas cuantas horas aquí sentada, al fin me había llegado mi turno, aún habían más chicas detrás de mi, vaya que es bastante tedioso hacer esto durante muchas horas. 

Me pidieron que me cambiara asi que lo hice, me puse el vestido negro que tenia, el mas bonito de mi closet junto con unos zapatos del mismo color, me maquille lo mejor que pude y solté mi cabello, arreglé un poco mi flequillo y salí del vestidor. 

—Hola, soy Gina Praxton —ella se acercó a mi. 

La mismísima Gina estaba frente a mi, ella es una de las modelos más famosas del país, ella es la dueña de esta agencia. 

—Señora Praxton, es un placer conocerla —estreche su mano. 

—El gusto es mío —ella sonrió—, yo misma estoy supervisando todo, además de las fotos y todo lo demás... Dime, ¿tienes alguna experiencia?

—Para serle honesta, no —negué un poco apenada—, es la primera vez que hago estas cosas. 

—Perfecto, la experiencia no importa mucho ahora, lo importante es que salgas linda en las fotos, que por cierto, si, lo estas —sonrió—, tu solo posa como te lo indique mi fotógrafo. Chris, alistate. 

—Seguro. 

—Por allá —me señaló el sitio blanco. 

Camine un poco hacia donde ella me dijo, el fondo era blanco y había una sola silla, la señora Praxton me indicó como debía posar asi que lo hice, trate de estar serena, de estar relajada puesto que, nadie me había tomado fotos jamás. 

—Mira a tu izquierda Zoe —escuche a la señora Gina—, muy bien. 

A medida que iba avanzando con las fotos estaba sintiéndome cada vez más y más cómoda, cosa que esta resultando demasiado bien para mi. 

Aunque no se si lo estoy haciendo bien. 

—Eso sería todo —anuncio Gina y ella se acerco a mi—, lo hiciste bastante bien Zoe, tienes talento. 

—Oh no diga eso por favor. 

—Lo digo por que lo veo en ti, así que no te pongas en esas —rio—, además de que tienes una belleza natural, aunque debo admitir que te falta un poco más de preparación. 

—Lo se, es que... Jamás me habían tomado fotos asi —le susurré.

—Eso es normal así que no te preocupes, ya eso sería todo por hoy, por favor llena el formulario —ella me entregó un par de hojas—, llenalo con toda tu información, puedes hacerlo sin problema, esto es que en dado caso que quedes, podamos ajustar tus horarios si estudias o haces otras actividades, además del contrato claro está. 

—Claro. 

—Perfecto y suerte linda. 

—Gracias. 

Entre de nuevo al vestidor para cambiarme y salir hacia el pasillo, cuando lo hice pude ver que no habían casi chicas, supongo que algunas ya se habrán ido. 

Yo me senté en una de las sillas para leer el formulario. Básicamente me piden mi informacion personal, direccion, si estudio y todas esas cosas, busque mi bolígrafo en mi bolso pero no tenía uno. 

—Mierda —susurre— ¿Como pude salir sin uno?

Un bolígrafo fue puesto en mi vista, alcé la mirada y frente a mi estaba un hombre de traje negro bastante alto. 

—Vi que no tienes uno —dijo—, tómalo. 

—Gracias —lo tome—, olvidé el mio. 

—Ya me di cuenta —se metió las manos en los bolsillos de su pantalón—, ¿estabas en las audiciones?

—Si —sonreí un poco—, aunque no se si quede, hay demasiadas chicas con talento aquí. 

—Eres la primera chica que dice eso, aquí es como un campo de guerra. 

—Puedo imaginarlo —extendí mi mano—, soy Zoe. 

—Azel —estrechó mi mano.

—¿Trabajas aquí?

—Básicamente —se encogió de hombros—, debo irme, fue un gusto conocerte Zoe, espero que quedes como modelo. 

—Espera, el bolígrafo —lo alce. 

—Quedatelo, tengo un par de esos —sonrió—, espero volver a verte. 

—Si es que quedo. 

—Algo me dice que si vas a quedar, irradias talento, te acordarás de mi.

—Confiaré en ello Azel. 

El hizo un ademán para despedirse y se perdió por el pasillo, yo comencé a llenar el formulario, no estaba con las expectativas alta, pero se que hice lo mejor que pude para las fotos. 

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