Zoe:
—¡Eres una imbécil! —alcé la voz.
—¡A mi no me llamas así, corriente!
—Corriente ¿yo? Si tu fuiste la idiota que me corto el brasier y por eso se rompió.
—Tu no tienes porque acusarme sin pruebas querida.
—No tengo que tener pruebas cuando se que fuiste tu —me acerque a ella—, estas celosa de que yo si estoy destacando más en las fotos y tu no... Se nota que te arde.
Ella dejó de sonreir. Esta me las iba a pagar. Las fotos estaban saliendo tan bien y a mala hora el brasier que tenía puesto se soltó dejando ver mis pechos delante todas esas personas.
—Una cosa te advierto Ada, no te metas conmigo, porque vas a salir perdiendo.
Tome mis cosas y salí de los camerinos, estaba tan molesta, sobretodo con ganas de llorar, no es justo que esto me haya pasado.
—Zoe —detuve mi andar al escuchar al señor Praxton—, ¿A donde vas?
—A mi casa, ya fue demasiada humillación por hoy.
A su lado se posó el otro señor Praxton, su hermano.
—Esto vamos a solucionarlo —dijo Azel—, pero no puedes irte.
—Lo lamento pero no quiero seguir aquí —murmure—, todas las personas me miraron los pechos —me tape la cara con mi mano—, ¿entiende lo humillante que fue eso?
—Si, creo que puedo entenderlo —escuche decir a Demian—, pero esto hay que solucionarlo ahora, arreglar este problema de raíz ¿no crees?
—Si, supongo que tienen razón.
—Iré a reunir a todos —dijo Demian y luego se retiró.
—Todos olvidaran esto, ya lo verás.
—Lo dudo —resople.
—De eso me encargare —lo mire y el se acercó a mi—, no me hizo gracia que te miraran los pechos, me hierve la sangre que otros ojos los hayan mirado.
—Señor Praxton, deje de decirme esas cosas —susurré nerviosa.
—No puedo Zoe —dijo mi nombre en un tono seductor—, te he dicho lo mucho que me encantas y lo mucho que deseamos que seas nuestra.
Aun no podía creer que ellos me hayan dicho semejante cosa. Compartirme, ¿a quien se le ocurre hacer eso? Se que en su familia es normal pero... Yo no podría, por mas que me gusten ambos, no podría.
Comencé a respirar rápidamente. Me odiaba a mi misma por no ser fuerte ante su presencia, ambos causaban estragos en mi de una manera que no puedo explicar.
—Cena con nosotros esta noche —me propuso—, queremos compensar esto.
—¿Cenar?
—Si, conmigo y Demian —sonrió.
Aquella sonrisa me derretía desde la cabeza hasta los pies. Dios que hermoso es el.
—Esta bien, cenaré con ustedes.
**************************************************************
Esta es la segunda novela de la Trilogía Praxton, si quieren entender más o menos de que va la historia, deben leer la primera novela que se llama Dos para Llevar.
Este forma parte de una trilogía llamada: Trilogia Praxton. Dos para Llevar, Dos para Comprar y Dos para Rosaline, la tercera será publicada a mitad de este año o a finales del mismo, así que por favor, tengan un poco de paciencia jeje que estare publicando la tercera novela cuando tenga un poco más de tiempo.
Disfruten.