6. Compañero
6 Adara
Jamás pensé que me seguiría a casa, verlo me hace sentir cosas inexplicables, quiero… no sé qué quiero.
Me besó como si yo fuera especial, me sentía protegida en sus brazos y me deje llevar.
Apenas conocía a este hombre y me sentía derretir con su toque, como si nos conociéramos de toda la vida.
«Compañero» me recordó Aroa.
—Compañero —repetí en voz alta y él me escuchó.
Gruñó con posesión, estrechándome más cerca de su calor; gemí bajito sorprendida por como mi cuerpo reconocía el suyo y le respondía en igual manera. Cómo si hubiéramos hecho esto un millón de veces.
Terminé acostada en la pequeña cama con él encima. Nuestra ropa desapareció en algún momento y yo no podía sentirme más plena en este momento, el miedo dio paso a la pasión y los besos desenfrenados de dos mates que se acababan de encontrar.
Sentía algo de vergüenza, no era virgen, pero solo había estado con un hombre antes que él y no sabía mucho.
Tocó mis muslos con delicadeza, en su mirada febril se veí