Carmen es una chica sin lobo de la terrible manada Sangre de la Luna. Toda la manada la trata como si no valiera nada. Aníbal, el futuro Alfa de su manada... es su mate. Pero él la rechaza inmediatamente porque piensa que es una humana débil, tonta y enferma, y sería una vergüenza que ella sea su Luna. Ella solo sueña con irse de la manada lo antes posible, pero Aníbal decide esconderla y ella termina siendo secuestrada lejos de la manada y trabajando un bar, casi como una esclava. Sin embargo, en ese horrible lugar encuentra a Xavier… un alfa que resulta ser su mate. Él está trabajando para destruir a varios alfas que se aprovechan de los humanos, y quien ha sufrido mucho por no tener su mate, transformándose en un alfa sin control y muy violento. Sin embargo, cuando Aníbal se entera de que ella tiene otro mate y es nada más y nada menos que su peor enemigo… decide que no quiere dejarla ir. Carmen se encuentra en medio de dos alfas enemigos, crueles y violentos… además escondiendo un don especial que los podría hacerlos aún más poderosos. ¿Cuál será su decisión?
Leer másMarina — Fabrizio..realmente no entiendo —le preguntaba al vampiro, quien parecía enloquecido de un momento a otro, lo veía empacar ligero, estresado en su habitación.— Lo siento, pero lo que está sucediendo... yo…—dice él, pero sin terminarme de explicarHabía estado de viaje por un tiempo, y yo pensé que cuando volviera tendría planes y, sobre todo, me incluiría. Pero el vampiro estaba demostrando ser bastante misterioso, más de lo normal.— Fabrizio, pero...—— Marina, lo que se viene es demasiado importante y necesito que estén preparados. Y no lo puedes saber, Su Majestad. No por ahora —me dice él y me deja sorprendida. — Pero, el rey… ¿Harás algo a sus espaldas?—— Se va a enterar de esto, créeme. Pero necesito averiguar algo, primero—Se veía tan afligido que entendí que más importante era ayudar lo que responder a mis preguntas.— Dime lo que tengo que hacer. Confío en ti, siempre... lo haré ayudaré en lo que sea—le digo y él me sonríe y se acerca.— Los lobos no dejan de i
Fabrizio Esto se empezaba a complicar. Yo tenía mis ideas y teorías y le había puesto mucha cabeza a esto, y no era ningún tonto… pero esto me había sobrepasado. —Tiene que haber algo más…— Algunos discutían si era mejor destruir a esa Luna y evitar tomar mates destinadas, para que todo siguiera igual. Algunos piensan que es la diosa luna que viene a castigar a los lobos, otros creían que era un eclipse. La mayoría concluía que un débil corazón no era de lobos y quien sea moriría antes de nacer. Claro, ninguno decía que era humana. Punto para el destino por creatividad. Los problemas de Carmen son de nacimiento, pero mi teoría es que su corazón se debilitaba cuando ella utilizaba su don, que seguramente ni sabía que tenía: podía manipular la energía vital de las personas. Al principio podría verse como curación, pues ella era de naturaleza buena y ayudaría al resto. Era una Luna al fin y al cabo, una chica nacida de una familia de Betas, pero totalmente relegada. Pero cuando
Fabrizio—¿Quién lo dice? ——El insoportable Beta de la manada Luna de Sangre dijo que el Alfa Ares estaba cada vez peor y que no podían arriesgarse a perder a su querido Alfa... sin contar la familia de la señorita… insufribles—dice el Rey como si fuera una tontería.—Esa mujer que vino… me parece sospechosa, no debería haber gente ajena en el castillo. Suficiente con tener a Aníbal que ya sabemos es un traidor. Más gente, más problemas— contesto. —Es solo una tonta loba, y Aníbal está más de allá que de acá. Además, ¿qué podemos ofrecer? No podemos decirles que realmente no entendemos qué le ha pasado a su Alfa, pues no despierta. Lo máximo que podemos ofrecer es que esté cerca de su mate y que ella lo ayude a mejorarse——¿Que ella lo ayude? —pregunto de repente, perdido en mis pensamientos.—Sí, porque ella es su mate. Su mate destinada, ayuda a que los lobos se curen, todos lo saben…y ella ya ayudó a Xavier —contesta Freya.—¿Te encuentras bien, vampiro? Porque es suficientemente
Carmen Parecía que lo peor había pasado yo honestamente preferiría cualquier cosa antes que ver como mi mate se enfrentaba a ese fuego. Fabrizio me había asegurado que esa no había sido la intención y que creía que alguien había interferido en ese último desafío, pero fuera como fuera Xavier no parecía en lo absoluto preocupado por lo que pasaba. Al contrario, estaba completamente encantado de que él había llegado de primero y yo también. —Ya verás que el rey me va a decir que gané. Por supuesto a mí lo único que me importa eras tú — me decía él con una gran sonrisa. —Solo trata de mejorarte... no soporto verte así— le confesaba y él sonreía aún más. Yo acariciaba su barba ahora con unas partes chamuscadas y su cabello que tuvo que ser recortado para quitar las puntas quemadas. Con todo y eso… seguía viéndose tan atractivo que era irreal. —No sabes lo bien que me haces mate, solo de tenerte cerca es todo lo que necesito. Atravesaría mil fuegos más por ti— me decía él y yo me
FabrizioCuando vi que mi amigo había salido del fuego, me sentí completamente aliviado. Ya casi era el día siguiente y sabía que el desafío era complicado, pero no tanto así. Bruno seguía diciendo que Xavier estaba cerca y salimos todos del castillo para recibirlos. Pero desde que me acerqué al fuego…supe que algo estaba profundamente mal. El fuego se suponía que era para asustarlos, una metáfora de hacerlo todo por su mate, un acto de entrega y sacrificio, pero en ningún momento era para causar tanto daño.—¡Xavier! Por todos los cielos…—Mi amigo estaba herido, parte de su cuerpo quemado, y yo estaba horrorizado. Para rematar, Aníbal no había salido, escuchamos un grito, y mientras yo iba a atender a mi amigo, recibimos un ataque insospechado.—¡Rogues!— Gritaban los guerreros, mientras el resto corría. Freya se colocaba al frente de Su Majestad, mientras yo me colocaba frente a mi amigo herido. También aparecía Bruno, protegiendo a Marina.— Tranquila, mate, que no dejaré que nad
Xavier Los elementos... definitivamente, esta era una prueba donde nos enfrentábamos a todos los elementos. El viento había sido sorpresivo, pero lo había logrado combatir igual que el agua turbulenta que casi me había ahogado. Pero en cuanto encontré ese tronco, aproveché el viento que me había tumbado así, a unas horas, y lo había dominado. Luego, la tierra que vibraba básicamente bajo mis pies, aunque creía tenerlo controlado, las montañas eran mi fuerte, pues era algo característico de mi manada.Ya el cielo estaba oscuro y yo pensaba tomar un descanso cuando casi llegaba a la cima, pero desde que había salido, mi lobo me había motivado.—Mate nos está esperando, le prometimos que íbamos a ganar y después de anoche, después de que ella había estado así con nosotros, no podemos decepcionarla —me decía Apolo, y tenía razón.Cuando de repente sentí una piedra que pegaba mi pierna y luego otra que quedaba en mi cabeza. Una me llegaba cerca de mi ojo y cuando me toqué, me había herid
Aníbal Sabía que el estúpido Alfa había llevado a Carmen un lugar especial, no tenía información de qué habían hecho, pero ella estaba encantada y por el olor que ella tenía en la mañana sabía que había pasado la noche con Xavier. De ahora en adelante tenía que vigilarla más, tenía que utilizar mi poder con la sangre de vampiro para monitorear qué es lo que hacía mi mate.Pero para eso justamente necesitaba más sangre de vampiro y cuando me reuní con mis aliados muy temprano y lejos del castillo, me encontré con que ellos tenían otros planes. El vampiro y los rogues Dimitri y Darius, parecían más tercos que nunca.—¿Cómo que no me vas a dar más sangre? ¿No entiendes que sin eso no voy a ganar el desafío? —pregunté, frustrado.—Alfa, créame que va a tener lo que necesita, pero la ayuda no va a venir con mi sangre, sino con algo más —dijeron ellosNo me gusta nada de esto. Yo me sentía bien sabiendo que tenía una gran ventaja y ahora parecía como que ellos me la estaban quitando. —So
Marina — ¿Cómo se encuentra Marina? — preguntaba el rey a la doctora, que estaba tan aterrada de tenerlo cerca que ni siquiera lo miraba a los ojos. — Lo siento Su Majestad, no son buenas noticias. Marina no ha mejorado en su cuadro de enfermedad y lamentablemente no sabemos cuánto más se va a expandir la enfermedad o...— — ¿Cuánto tiempo le queda? — complementa él mientras yo trago saliva. —No sabemos…— — Es imposible tampoco que usted la siga ayudando, puesto que eso le generaría más debilidad y no podemos permitírnoslas ahora — decía Fabrizio con expresión triste. — Estoy seguro de que encontraremos una solución, ¿no es cierto Fabrizio? — le preguntaba al vampiro, mirándolo con convicción. — Yo no descansaré hasta hacerlo, Su Majestad — respondía él. Pero yo sabía qué significaba todo esto: que mis días estaban contados y que no había nada más que hacer. Quería volver a mi manada y estar con mi hermana, mi hermano y mis pequeños sobrinos. ¡Cuánto los extrañaba! Quería verl
Carmen Salí corriendo por el pasillo, descalza, despeinada y con el vestido claro con el que había salido en la mañana, arrugado luego de secarse al sol. Ahora quería estar con él. ¡Debí haberme quedado con él! Había pasado noches con Aníbal en la manada, otros días sola... pero parecía que solo me sentía bien cuando estaba con él, en los brazos de Xavier… lo había sentido desde el primer momento, pero no había sabido como afrontarlo. —Espero que no sea demasiado tarde... espero que me acepte —decía en voz baja mientras preparaba mi discurso. No tenía la menor idea de cómo pedir esto, de cómo solicitar su compañía, de cómo pedir besos y cariño... de cómo decirle que quería estar con él, que quería quedarme la noche con él ¡Nunca había tenido algo así! Así que toqué la puerta y esperé a que me abriera mientras era un manojo de nervios. —Xavier... soy yo... Carmen... —le dije en la puerta, y de repente la puerta se abre de par en par. Tengo a Xavier frente a mí, sin camisa, su p