Xavier Los elementos... definitivamente, esta era una prueba donde nos enfrentábamos a todos los elementos. El viento había sido sorpresivo, pero lo había logrado combatir igual que el agua turbulenta que casi me había ahogado. Pero en cuanto encontré ese tronco, aproveché el viento que me había tumbado así, a unas horas, y lo había dominado. Luego, la tierra que vibraba básicamente bajo mis pies, aunque creía tenerlo controlado, las montañas eran mi fuerte, pues era algo característico de mi manada.Ya el cielo estaba oscuro y yo pensaba tomar un descanso cuando casi llegaba a la cima, pero desde que había salido, mi lobo me había motivado.—Mate nos está esperando, le prometimos que íbamos a ganar y después de anoche, después de que ella había estado así con nosotros, no podemos decepcionarla —me decía Apolo, y tenía razón.Cuando de repente sentí una piedra que pegaba mi pierna y luego otra que quedaba en mi cabeza. Una me llegaba cerca de mi ojo y cuando me toqué, me había herid
FabrizioCuando vi que mi amigo había salido del fuego, me sentí completamente aliviado. Ya casi era el día siguiente y sabía que el desafío era complicado, pero no tanto así. Bruno seguía diciendo que Xavier estaba cerca y salimos todos del castillo para recibirlos. Pero desde que me acerqué al fuego…supe que algo estaba profundamente mal. El fuego se suponía que era para asustarlos, una metáfora de hacerlo todo por su mate, un acto de entrega y sacrificio, pero en ningún momento era para causar tanto daño.—¡Xavier! Por todos los cielos…—Mi amigo estaba herido, parte de su cuerpo quemado, y yo estaba horrorizado. Para rematar, Aníbal no había salido, escuchamos un grito, y mientras yo iba a atender a mi amigo, recibimos un ataque insospechado.—¡Rogues!— Gritaban los guerreros, mientras el resto corría. Freya se colocaba al frente de Su Majestad, mientras yo me colocaba frente a mi amigo herido. También aparecía Bruno, protegiendo a Marina.— Tranquila, mate, que no dejaré que nad
Carmen Parecía que lo peor había pasado yo honestamente preferiría cualquier cosa antes que ver como mi mate se enfrentaba a ese fuego. Fabrizio me había asegurado que esa no había sido la intención y que creía que alguien había interferido en ese último desafío, pero fuera como fuera Xavier no parecía en lo absoluto preocupado por lo que pasaba. Al contrario, estaba completamente encantado de que él había llegado de primero y yo también. —Ya verás que el rey me va a decir que gané. Por supuesto a mí lo único que me importa eras tú — me decía él con una gran sonrisa. —Solo trata de mejorarte... no soporto verte así— le confesaba y él sonreía aún más. Yo acariciaba su barba ahora con unas partes chamuscadas y su cabello que tuvo que ser recortado para quitar las puntas quemadas. Con todo y eso… seguía viéndose tan atractivo que era irreal. —No sabes lo bien que me haces mate, solo de tenerte cerca es todo lo que necesito. Atravesaría mil fuegos más por ti— me decía él y yo me
Fabrizio—¿Quién lo dice? ——El insoportable Beta de la manada Luna de Sangre dijo que el Alfa Ares estaba cada vez peor y que no podían arriesgarse a perder a su querido Alfa... sin contar la familia de la señorita… insufribles—dice el Rey como si fuera una tontería.—Esa mujer que vino… me parece sospechosa, no debería haber gente ajena en el castillo. Suficiente con tener a Aníbal que ya sabemos es un traidor. Más gente, más problemas— contesto. —Es solo una tonta loba, y Aníbal está más de allá que de acá. Además, ¿qué podemos ofrecer? No podemos decirles que realmente no entendemos qué le ha pasado a su Alfa, pues no despierta. Lo máximo que podemos ofrecer es que esté cerca de su mate y que ella lo ayude a mejorarse——¿Que ella lo ayude? —pregunto de repente, perdido en mis pensamientos.—Sí, porque ella es su mate. Su mate destinada, ayuda a que los lobos se curen, todos lo saben…y ella ya ayudó a Xavier —contesta Freya.—¿Te encuentras bien, vampiro? Porque es suficientemente
Fabrizio Esto se empezaba a complicar. Yo tenía mis ideas y teorías y le había puesto mucha cabeza a esto, y no era ningún tonto… pero esto me había sobrepasado. —Tiene que haber algo más…— Algunos discutían si era mejor destruir a esa Luna y evitar tomar mates destinadas, para que todo siguiera igual. Algunos piensan que es la diosa luna que viene a castigar a los lobos, otros creían que era un eclipse. La mayoría concluía que un débil corazón no era de lobos y quien sea moriría antes de nacer. Claro, ninguno decía que era humana. Punto para el destino por creatividad. Los problemas de Carmen son de nacimiento, pero mi teoría es que su corazón se debilitaba cuando ella utilizaba su don, que seguramente ni sabía que tenía: podía manipular la energía vital de las personas. Al principio podría verse como curación, pues ella era de naturaleza buena y ayudaría al resto. Era una Luna al fin y al cabo, una chica nacida de una familia de Betas, pero totalmente relegada. Pero cuando
Marina — Fabrizio..realmente no entiendo —le preguntaba al vampiro, quien parecía enloquecido de un momento a otro, lo veía empacar ligero, estresado en su habitación.— Lo siento, pero lo que está sucediendo... yo…—dice él, pero sin terminarme de explicarHabía estado de viaje por un tiempo, y yo pensé que cuando volviera tendría planes y, sobre todo, me incluiría. Pero el vampiro estaba demostrando ser bastante misterioso, más de lo normal.— Fabrizio, pero...—— Marina, lo que se viene es demasiado importante y necesito que estén preparados. Y no lo puedes saber, Su Majestad. No por ahora —me dice él y me deja sorprendida. — Pero, el rey… ¿Harás algo a sus espaldas?—— Se va a enterar de esto, créeme. Pero necesito averiguar algo, primero—Se veía tan afligido que entendí que más importante era ayudar lo que responder a mis preguntas.— Dime lo que tengo que hacer. Confío en ti, siempre... lo haré ayudaré en lo que sea—le digo y él me sonríe y se acerca.— Los lobos no dejan de i
Carmen A los días, Aníbal ha mejorado solo un poco y sus quemaduras ya no son tan graves, pero, con todo y eso, simplemente no termina de levantarse, y los médicos siguen igual de perdidos. ¿Cómo había sucedido todo esto? Yo poco me había encontrado a esa loba; ella parecía aparecer y desaparecer en los momentos perfectos. Y a quien encontraba siempre fuera de la enfermería era, por supuesto, a Xavier. En estos momentos, lo encontraba peleando con Freya. —¡Se supone que yo gané! Y el imbécil ese es el que ha pasado más tiempo con ella, aunque esté inconsciente— —Lo sé, gran Alfa, pero sabes cómo, sabes tú más que nadie, cómo son las reglas en el mundo de los lobos. Si tiene una mate, debe estar cerca de él para asegurar su bienestar, — repetía ella de forma cansina. Me imaginaba que Xavier se lo estaba poniendo bastante difícil. Todo estaba peor desde que Fabrizio había desaparecido, sin siquiera despedirse. Xavier estaba al borde. —¡Mate, Cariño! —decía él cuando me veía compl
Fabrizio Sabía que la decisión que había tomado no había sido fácil, pero era peor si yo me quedaba sentado de brazos cruzados sin actuar. La historia tenía la mala propiedad de repetirse continuamente, queramos o no, y ya yo había vivido demasiadas guerras y hambrunas; había visto morir a tanta gente, tanto sufrimiento, y no estaba dispuesto a volverlo a experimentar, no si podía ser evitado. Había dejado atrás a soldados de Alaric que me estaban buscando. Me había escondido, pues no quería atacarlos, ellos no tenían la culpa. Tampoco quería que causaran alboroto y dañaran mis planes. Yo tenía que pasar inadvertido.Mi camino era largo y solitario. Me escondí en pueblos humanos, hice algunas preguntas, incluso viajé a algunas manadas.Pero fuera lo que fuera que estaba tramando Sangreoscura y su amo, parecía estarlo haciendo con excelente secreto, ya que no podía seguir sus huellas tan fácilmente como en el pasado. Y no tenía dónde comenzar.Ya había intuido que el vampiro le habí