Ezra sonríe con alegría al ver a Dominik sabía perfectamente que le caería la bronca del siglo.
—Se lo que dirás—asintió con rapidez—He encontrado este médico, es el mejor de la zona—añadió.El médico asintió a través de sus gafas de pasta, poseía dientes de oro, y una barba que le parecía demasiado familiar. Una bata enorme blanca cubría sus brazos, a pesar de ello había algo en él que parecía no encajar en el aura de un médico.Tal vez su forma de caminar o su forma de mirar a Dominik pero parecía que hubiera algo más en esa escena.—¿Tu sabías que Meredith y Adriano se han acostado?—pregunta Dominik sin tapujos.Los ojos del rubio se agrandan de par en par, parpadea un par de veces sin poder pronunciar palabra.—¿Qué Adriano y quié