Marco Lombardo lleva una vida complicada y peligrosa como heredero de la familia mafiosa Lombardo. Desde joven, ha sido entrenado para liderar la organización criminal y mantener el poder y la influencia de su familia en la ciudad de Milano.

Su día a día consiste en reuniones con otros líderes de la mafia para discutir negocios y estrategias, supervisar los negocios ilícitos de su familia y proteger a su gente de las amenazas externas e internas.

A pesar de la constante presión y tensión, Marco se preocupa profundamente por su familia y su lealtad hacia ellos nunca vacila. También tiene un lado humano y sensible, disfrutando de momentos de tranquilidad como paseos por la ciudad o disfrutando de una buena comida en un restaurante italiano.

Sin embargo, la violencia y la muerte son una presencia constante en su vida. Marco ha visto a amigos y enemigos morir a su alrededor, y la muerte de su padre lo ha dejado traumatizado y determinado a encontrar al responsable.

Marco estaba sentado en