89. EL DESPERTAR
NARRADORA
Tambores de guerra comenzaron a sonar desde las murallas, el relincho nervioso de los caballos se mezclaba con la incertidumbre en el ambiente.
Los rayos de luna alumbraban la épica escena de dos lycans machos abalanzándose a destrozarse.
Uno azul, más grande, y otro azul y blanco.
¡BAM!
La colisión de los colosos resonó, con los gruñidos y rugidos de las dos bestias hermanas.
Damon y Ulric estaban enfurecidos más allá del raciocinio, atacaron a la parte animal de Tavian con toda su furia.
Sus manos entrelazadas probaban fuerza en el aire mientras se rugían con los enormes caninos afuera.
La pata robusta de Ulric pateó al contrincante, sintiendo el crujir de los huesos bajo los músculos en tensión.
Tavian y su lobo rechinaron los dientes con dolor, controlados por las garras de Damon, no podían retroceder para pensar una mejor estrategia.
Irle de frente a su hermano no había sido una buena idea y ya los humos se le estaban bajando.
Sin embargo, era tarde, Ulric no lo dejaría