87. LA VERSIÓN FEMENINA DE DAMON
LORIEN
Alrededor de la mesa, la charla iba y venía. Solo estábamos nosotros tres. Tavian jamás llegó.
El tiempo pasaba y el ambiente se había relajado.
Sheira no hizo otras insinuaciones frente al Rey y, más bien, parecía demasiado cariñosa con su padre.
Sin embargo, en algún momento de la velada, tenía ganas de tomar una copa. Estaba ahí, justo frente a mi mano, y no podía agarrarla.
Quise decir algo al respecto y no pude hablar sobre el tema.
Me sentía como una muñeca, solo actuando normal cuando miles de cosas raras se desencadenaban en mi cuerpo.
—Lorien, ayúdame a ponerle la capa al Rey —Sheira de repente me pidió.
Miré sus ojos profundos y juraría que destellaban con malicia.
—Sheira, ¿por qué me mandaste a confeccionar esto, hija? Es tu cumpleaños —el Rey le dijo con una sonrisa.
Me vi levantándome y parándome detrás de la espalda de Su Majestad. Sheira le acomodaba por el frente el lazo.
Repentinamente, un dolor agudo recorrió mis venas.
Los labios pegados sin dejarme