Capitulo 51
Horas después, donde David, por fin, se había quedado dormido, su cerebro no dio más para pensar, un futuro se había pintado, donde todos podían disfrutar de la vida, sin peligro.

Lucía dormía entre los brazos de su amado, disfrutando ese momento como si fuera el último de su vida, ya de Heriberto no sabían qué esperar, si su objetivo era eliminarlos a todos y quedarse con todo.

En esas horas en las que ellos pensaban y trataban de resolver todo en un pensamiento. En Inglaterra recibían a Ester, junto a Ingrid y Pedro.

—¡Ingrid! —exclamó Sara, feliz de ver a su fiel amiga y seguridad.

—Mi señora, qué hermosa está —le susurró, estando abrazadas, llorando.

—¿Dónde está? —preguntaba por Ester.

—Está en camino, la trae una ambulancia —le respondió Pedro, dándole un corto abrazo.

—Mi hijo, ¿cómo está? —interrogó Vicente.

—Fue un golpe duro, la señora está embarazada y su estado es crítico, no quise que le dijeran la verdad a David, no sabemos si va a despertar y por el bebé
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