— Años sin verte hermanito, ya creciste o aún puedo romper tu nariz
— Lindo recibimiento Aurora, ¿aún no entiendo por qué padre te puso ese nombre tan dulce a ti?
— Porque padre pensó que iba a tener a la dulce y tierna princesa de la cenicienta, no a Mérida, la princesa de valiente ¿Cómo has estado hermano en gusto tenerte de nuevo por estos lares?
— Bien hermano no puedo quejarme
— Eso es una gran mentira, no quieras ocultarnos nada rubiesito, podemos averiguar en un santiamen lo que queramos ¿Lo quieres por las buenas o por las malas?
— Tan tierno como siempre Kolia, no es necesario te lo contaré todo con lujos de detalle, el viejo ya me dijo que andan aburridos, les daré un juego que les encanta, se llama cazar a la presa sin que se dé cuenta
— Me gusta ese juego Agustin
— ¿Cómo, cuando y donde? No necesitamos más que saber esa simpleza
— Me gusta su predisposición, lo único que pido es que sean sigilosos y que si van a usar cebos no sean mi bella familia ¿Les conté que son tíos?