Después de tres años casada y sin una muestra de afecto por parte de su poderoso esposo, Elena decide irse de la mansión y perdir el divorcio, aun cuando le duela, pero la llamada de que él sufrió un accidente interrumpe sus planes. Solo que no se espera que al encontrarse con él, este haya perdido la memoria y comience a actuar completamente diferente, buscando tocarla y besarla constantemente, mostrándole el amor que en los años que estuvieron casados nunca mostró. Pero ¿ella será capaz de darle una segunda oportunidad? Aun sabiendo que en un mes es posible que todos sus recuerdos regresen y la vuelva a tratar con indiferencia, aun cuando el hermano de este la intente conquistarla, aun cuando no todo es lo que parece. Una cosa es segura y ella lo sabe. El divorcio está en peligro.
Ler maisComo mismo existía la frase de que la mirada podía enamorar, esta misma podría romper los sentimientos de una persona por otra o al menos esa había sido la conclusión a la que había llegado Elena mientras desayunaba frente al hombre al otro lado de la mesa. A ese al que debía llamarle esposo porque lo eran por papeles, aun si apenas intercambiaban más de diez líneas en el día en el caso que fuese necesario.
Revolvió la comida en su plato dejando casi todo. No podía comer, ese día… seria el día que tomaría una de las decisiones más difíciles de su vida. Porque claro que era doloroso divorciarte del hombre que te gusta, aun cuando este apenas te mira.
-¿No vas a comer?- la pregunta de él hasta la sorprendió, pero Elena no mostró interés. Para qué, no era como si eso le preocupara a él después de todo.
-No tengo hambre- respondió con la misma indiferencia que él la había tratado en los últimos tres años en la que llevaban compartiendo la misma casa.
EL hombre frente a ella asintió ligeramente con la cabeza y no dijo más terminando su plato y levantándose.
-Llegaré tarde hoy. Tengo unos asuntos que atender- le dijo él caminando en dirección a la puerta de la mansión.
Elena lo acompañó hasta la entrada. No era una costumbre que lo hiciera. Ver su indiferencia en sus ojos plateados todos los días hacía que le doliera aún más. Y al parecer su cambio de conducta llamó la atención de su esposo que se detuvo cuando la puerta fue abierta por un empleado y la miró por encima del hombro dubitativo.
No hubo palabras entre ellos. En otro momento, si su matrimonio hubiera sido diferente. Si él le hubiera mostrado algo de aprecio ella le hubiera dado un beso de despedida, pero por supuesto, eso era solo un sueño muy lejano. Su esposo no la amaba.
-Ten buen viaje- le dijo ella con la voz casi atrapada en su garganta, porque sabía que ese sería la última despedida que le diera al menos en esa casa.
El hombre frunció el ceño y no le respondió. Simplemente siguió su camino hasta que la puerta se cerró al igual que los ojos de Elena. Al menos hubiera esperado alguna palabra de despedida, pero solo había recibido lo que se esperaba. Una simple mirada fría.
Elena aguantó las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos. Estar casada con la persona que amas y que deseas a tu lado no siempre es síntoma de felicidad. Y ella lo había aprendido por las malas. Ahora… no quedaba vuelta atrás.
Lentamente subió las escaleras en dirección a su habitación y cerró la puerta a su espalda. La decisión la había tomado. La maleta ya estaba abierta encima de su cama y parte de la ropa esparcida en la cama.
No supo cuando tiempo estuvo recogiendo, cuando se sentó cansada en el borde del colchón con un sobre en las manos. Dentro de este se encontraban los papeles de cambiarían el curso de su vida actual. Detrás de ella ya descansaba una sola maleta que contenía específicamente la ropa con la que ella había llegado a esa casa tres años atrás.
A su lado, en la mesa de noche agarró la única foto de bodas que estaba en aquella casa. En ella parado su esposo con su traje blanco que se amoldaba a su cuerpo alto, y fuerte, su cabello oscuro peinado hacia atrás dejaba a la vista esos irreales ojos grises que la habían cautivado en el primer momento que habían cruzado miradas. A su lado se encontraba ella enfundada en el vestido blanco y una sonrisa en su rostro… no recordaba realmente si había sido la última vez que lo había hecho.
Desde ese día su mundo había cambiado tanto que recuerdos felices no encontraba ninguno. Si, se arrepentía del día en que lo había conocido, en que sus padres los habían comprometido y que ella había dicho sí. Quizás si sus caminos nunca se hubieran cruzado no hubiera desperdiciado tres años de su vida.
Un estruendoso sonido invadió la habitación cuando ella lanzó el cuadro contra la pared y este se hizo añicos. Una lágrima corrió por su mejilla al ver la foto caer sobre los vidrios rotos. Así se sentía su corazón.
Y sin dudarlo abrió el sobre donde estaban los papeles de divorció y los puso sobre sus muslos. Solo tenía que firmarlos. Después de eso se los dejaría y sería libre. Si su esposo apenas la miraba que ella lo dejara libre de una vez por todas de seguro sería un alivio.
Otra lágrima cayó sobre el papel. Era más fácil decirlo que hacerlo, pero ella ya había tomado una decisión. Así que agarró una pluma, pero cuando comenzó a escribir su celular sonó.
En la pantalla marcaba el nombre de Leon. Eso le extrañó. Leon era el secretario de su esposo. No solía llamarla a menos que fuera algo necesario o para informarle que su esposo saldría de viaje o llegaría tarde cuando este mismo no lo hacía.
Mal momento para llamar. Alzó el celular y respondió secamente.
-ya sé que mi esposo va a llegar tarde-
Del otro lado se podía escuchar la respiración agitada del hombre.
-Lady Elena, no la llamo por eso. Mandaré un auto a buscarla.
Elena se extrañó de aquello y el corazón comenzó a palpitar en su pecho.
-¿Qué ocurrió?- preguntó con premura levantándose de la cama dejando caer los papeles al suelo.
Y la respuesta no se tardó en llegar.
-Su esposo tuvo un accidente.
Extra -Bueno, aquí concluye la reunión- Dorian dio por concluida la sesión levantándose de la mesa rodeada de las personas entre ellas incluida Klaus, su hermano. Todos fueron saliendo de la habitación poco a poco que solo se quedaron los dos junto con Leo que recogía el resto de los papeles de la mesa. -Te dejo encargado del resto el resto del proyecto- le dijo Dorian revisando los últimos datos que tenía -Has estado haciendo un buen trabajo los últimos meses así que creo que te lo puedes hacer bien. -No me hables como si fueras mi jefe- Klaus hizo una mueca de desprecio- Tengo parte de las acciones de la empresa. Así que sé cuáles son mis responsabilidades- ese había sido el acuerdo entre ellos en aquella situación donde había sido falta salvar a Elena. -En ese caso no tengo que dar más detalles- había sido un comienzo difícil pero ahora se encontraban los dos allí, su relación tampoco había mejorado tanto, pero tenía que reconocer que Klaus eficiente en su trabajo ya había sido
No era un proceso fácil asimilarlo. Ahora Dorian entendía la frustración que debía haber sentido a su esposa cuando él no la había reconocido. Había sido por una causa necesaria para estar juntos, pero dolía jodidamente y lo mostraba en su rostro. Elena había pasado otro día en el hospital antes que le dieran el alta, aunque no deseaba tener muchas visitas. Le había dado lo mismo lo que él le había dicho, como si no fuera importante que fuera su esposa y que estuviera esperando su hijo. Y eso lo había hecho sentir peor.Dio un suspiro tan grande que la mujer sentada a su lado se sobresaltó. Ya estaban en el auto de vuelta a la mansión, al menos ella no había puesto resistencia en esto. Tampoco era que tuviera muchas opciones, si había perdido la memoria no la dejaría ir a casa de su padre, que, a pesar de que Markus había sido encarcelado y estaba esperando a juicio por varias acusaciones que tenía en su contra, dejarla estar en cualquier lugar no era una opción. Prefería tenerla bajo
Elena se dejó cargar por Dorian que simplemente le dijo algunas cosas a Leon antes de encaminarse en dirección a donde el helicóptero estaba oculto.-Puedo caminar- le dijo ella dado que debían caminar un poco, sin embargo, Dorian se negó y la abrazó más fuerte contra él.-Descansa- el cuerpo de él estaba notablemente tenso- El viaje de regreso es un poco largo.-¿Estás molesto?- ella tenía la cabeza recostada contra su hombro dejando su peso contra él, le había dicho que podía ir por sus medios, pero a quien engañaba, estaba realmente agotada.Él negó.-Estaba preocupado. Pensé que me daría algo cuando llegué a la casa y no te encontré- dijo él con sinceridad.Él se detuvo y se sentó sobre una piedra cercaba con ella en su regazo.-Elena…- apretó sus labios como si ya no pudiera más con el peso que él peso que tenía sobre él- Yo… nunca perdí la memoria después del accidente. Yo te mentí sobre eso. Tenía mis razones.-Lo sé- respondió ella sin mirarlo- Markus me lo dijo mientras me te
Dorian se sentía estúpido. Cuánto tiempo había perdido pensando en otras posibilidades y en la más fácil no le había pasado por la mente. En ese momento cada segundo era primordial. La seguridad de Elena estaba colgando de un hilo, y no solo de ella.-Ah, demonios- maldijo dejando caer su rostro entre sus manos. Se sentía tan frustrado con aquello y aunque estaban ya en el helicóptero en dirección a la isla no podía quitarse de la cabeza que a Elena le pudiera pasar algo.-Es mejor que se calme y espere. Toda va a ir bien- Leon a su lado la daba ánimos, aunque él también estaba nervioso con el resultado. Cualquier cosa que pudiera salir mal pondría en peligro el hijo de su jefe y además de eso- ¿Después de esto tiene intenciones de contarle la verdad a su esposa?- la pregunta fue directa.Dorian alzó un poco la cabeza con el ceño fruncido.-Es lo que pretendo, pero no sé cómo lo va a tomar- suspiró- Mentí sobre mi amnesia para comenzar desde cero intentando reparar nuestra relación y
Elena se sentía realmente cansada, tanto que tenía ganas de vomitar. Markus había entrado a mitad de la noche junto con otro hombre y le habían inyectado algo en el cuello. Aún dolía la zona. No se había quedado inconsciente del todo, por el contrario, no podía moverse como si estuviera paralizada. Fue cargada por un extraño y este siguió a Markus donde la habían puesto en el interior de un auto.Después de eso había sido confuso, había mucha oscuridad, pero ella pudo jurar que la habían metido en un pequeño barco por el balanceo de un lado a otro. Cuando los efectos de la droga habían comenzado a mermar ya estaba amaneciendo y ya no se encontraba en el barco, sino en una camioneta rústica en la zona de atrás. Sus brazos dolían enormemente por la posición en que estaban amarrados y su espalda la estaba matando. Su cabeza aún bastante confundida.Solo había sido movida de un lado a otro sin consideración. Tampoco había podido tener información de a dónde se dirigían, pero a donde fuera
Dorian se encontraba realmente impaciente en el asiento del auto, por lo que en cuanto se detuvo delante de la mansión de donde vivía su padre casi se lanzó y caminó hacia el interior. Esta estaba rodeada del personal que había mandado a movilizar. Hombres enormes y con músculos notables, vestidos de negro con gafas y cabello pulcramente peinado hacia atrás. Realmente algunos eran muy intimidantes, pero para Dorian eran sus aliados en ese momento.Entró en el lobby de la mansión y podía escuchar desde allí los gritos familiares de alguien en la sala. La voz de su hermano se notaba molesta mas no le importó cuando entró a esta habitación.-¿Quién mierda se creen que son?- espetó con el rostro rojo, y las manos atadas detrás de su espalda. Al darse cuenta quien había entrado su semblante se puso aún más rabioso- Eso es obra tuya, imbécil- le gruñó a Dorian que se sentó en el sofá delante de él.Dos hombres apretaron los hombros de Klaus manteniéndolo sentado en el lugar.-Será mejor que
Último capítulo