19. ¿Quién era ella?
El día se le hizo demasiado lento y tortuoso para la impaciencia que tenía por descubrir si la bella mariposa azul de la azotea había vuelto al lugar y encontrado su regalo.
Bien podría mandar a uno de sus hombres a investigar sobre ella, pero entonces el juego, el misticismo que rodeaba ese encuentro perdería su encanto.
— Señorita Salvatore… El señor Dumas — sus recientes reflexiones sobre la joven misteriosa fueron interrumpidos por la voz de su futura esposa.
Melanie se abrió paso a través de su secretaria, abriendo de golpe la puerta de su oficina. Enrico apenas y levantó la vista de sus papeles.
— Melanie, veo que simplemente tu padre no te educó bien. Primero irrumpes en mi casa, luego en mi oficina.
— Señor yo…
— Lo sé, puedes retirarte — su secretaria llegó rápidamente colocándose a un lado de la señorita Salvatore, una vez recibió la orden de su jefe se inclinó levemente hacia él, cerrando la puerta al salir y dejarlos solos,
— Si tuvieras la decencia de contestar mis llama