Capítulo 5. Los habitantes del mar (Parte 1)
— ¡Majestad! – gritó Mara, sorprendida.
El rey Zuberi, sin mirarla, se acercó a sus soldados y les ordenó:
— Encierren a los conspiradores en las celdas del castillo. Más adelante los llevaremos al palacio real para ajusticiarlos.
Un par de soldados leales a la reina se acercaron a Mara y le dijeron:
— Acompáñenos, por favor.
Mara, al ver que el rey Zuberi no hizo ninguna objeción, decidió seguir a los guardias, en silencio.
Estos la condujeron hasta una habitación, donde se encontró con la reina Brida. Esta la abrazó y le dijo:
— ¡Estaba tan preocupada! ¡Gracias a la Diosa que no te sucedió nada malo!
— El rey Zuberi me rescató – explicó Mara, aun sin creerlo - ¿Será que lo enviaste a por mí, madre?
— No, querida. Mi esposo fue por cuenta propia – respondió Brida, con una ligera sonrisa de ternura – te lo dije, Mara. Él no permitirá que nadie te haga daño.
Mientras madre e hija estaban charlando, el rey Zuberi y la duquesa Mila estaban debatiendo sobre qué hacer con los prisioneros.