Cuando supo que aquella visita era para concretar una venta, Adrienna De Luca nunca supo que llegaría a formar parte de la tan respetada como temida familia Rossi, siendo esta liderada por los gemelos Leonardo y Miguel Ángel. Ambos gemelos nacidos con quince minutos de diferencia sería en la vida de Adrienna no solo una senda de protección sino también una senda de dolor y pesares. Pues para su hermana, que ella sea amada por ambos hermanos es impensable así que urdirá todo su arsenal de seducción y mentiras para hacerse con la fortuna de la familia Rossi. Y aunque pasan los años y Adrienna regresa casada con Miguel Ángel y con dos hermosas gemelas...Leonardo no sabe quién es el padre de las niñas, pues para su infortunio los gemelos tienen todo idéntico hasta el ADN... Aunque cosas raras de la genética, los gemelos se parecen es verdad, pero uno de ellos tiene el cabello rubio y ojos azules y el otro tiene su cabello negro y ojos heterocromáticos. Y aquellas gemelas han nacido igual que su padre y tío...
Leer másDile que estás enamorada…
El sonido del mazo, y la palabra “vendida” fue todo lo que pudo procesar Adrienna De Luca, ella está en shock ¿Qué está pasando? Ella solo iba a visitar a su padre, ¿Por qué ahora ve como un hombre se le acerca con intenciones para nada nobles?
Ella trata de huir, evitar ser capturada pero de nada sirve aquel hombre la toma y le coloca esposas, ¡esposas!
-¡Padre ¿Qué pasa?!
Ella simplemente se queda mirando al hombre, Francesco De Luca, pero este simplemente levanta sus hombros como si restara importancia a las palabras de su hija – Adrienna, le dije a tu madre que me serías útil algún día, y mira…
Ella queda en shock, mientras aquel hombre se la lleva a tirones del enorme salón.
-¡No, papá…papá!
Y Francesco se queda contando los fajos de billetes que consiguió por vender la virginidad de su hija de apenas diecinueve años…
Adrienna es subida a un auto lujoso y este emprende marcha, lejos de aquel lugar; la joven está aterrada no sabe lo que sucede pero no quiere ser partícipe de aquello.
-¡¿A dónde vamos?! ¡¿A dónde me llevan?!
Pero el chofer no responde, mucho menos el hombre que va a su lado, texteando por su celular.
Y ella solo puede ver por la ventana como el paisaje de la ciudad de Roma, cambia por el campo de la toscana italiana…
-Por favor ¿A dónde vamos?
-Pronto lo sabrás…guarda silencio
Y Adrienna guarda silencio.
Una enorme verja se abre y el auto se adentra por un camino de bosque tupido, la joven apenas observa aterrada de lo que pueda suceder, ya es de madrugada y Adrienna está sumamente atemorizada.
Y cuando ve el enorme caserón en el que se estaciona ella apenas queda en shock…¿Quién es el propietario?
-El señor Rossi te espera…
- ¿Eh? ¡¿Qué me van a hacer?!
-Eso solo corresponde al señor
Y así Adrienna es sacada del auto y llevada prácticamente a rastras hacia la mansión.
-Informa al señor Rossi que su nueva musa acaba de llegar
- ¿Eh, musa?
-Enseguida iré a informar al señor – y la joven se queda mirando fijamente a Adrienna – bueno eres más linda que la anterior
- ¿Eh?
Y así la joven es llevada hacia la enorme sala de visitas de aquella mansión, Adrienna queda en shock al ver los enormes cuadros, pinturas y fotografías de quienes seguramente eran los anteriores propietarios de aquella casona, y se fija en el enorme cuadro sobre la chimenea, una familia de cuatro una bella dama de cabello rubio y ojos azules, un fino caballero de enorme porte y elegancia, cabello largo hasta la espalda baja y ojos negros como la noche, y los dos pequeños, ambos con el cabello largo como su padre pero uno lo lleva suelto y el otro recogido en una cola de caballo, uno lleva el cabello negro y otro rubio, uno de los pequeños tiene sus ojos azules y el otro (el que tiene la misma mirada de grandeza que el hombre) tiene sus ojos en una heterocromía.
-Señor Rossi…su nueva musa
Adrienna ve como un hombre se coloca de pie tiene el cabello largo hasta la espalda baja es un cabello negro como la noche y sus ojos, son aquellos ojos heterocromáticos que la han cautivado.
-¿Cuánto pagaste por ella? – mirando fijamente a su leal siervo y amigo de confianza
-Señor Rossi, pagué por ella lo estipulado…tres millones de euros
Adrienna queda en shock.
-¿Los vale?
-Es virgen señor…tiene menos de veinte años…
-Menos de veinte…interesante, y bien ¿te comieron la lengua los ratones?
- ¿Eh?
-El señor quiere que digas algo…detesta a las mujeres calladas
Y así Adrienna es empujada cerca del hombre increíblemente alto, haciendo que ella levante la mirada y quede aún más cautivada por aquel hombre misterioso de aura dominante.
-Bu…buenos días…
-Apenas son las dos de la mañana
Y un enorme sonrojo aparece en la carita de Adrienna…
-Tu nombre…
-Adrienna De Luca, ¿pu…puedo saber su nombre?
-Leonardo Rossi
- ¿El dueño de vinos de Rossi?
-El mismo…
Y los ojitos de Alessandra brillan con una inocencia que encantan a aquel hombre, pues claro muchas mujeres buscan de él solo el dinero y el nombre que su familia ha llevado a cuestas desde tiempos medievales, pero claro él ha visto a esas mujeres perniciosas y sabe que Adrienna es igual a todas esas, que aparentan dulzura, cuando en realidad son unas viciosas indignas.
-¿Qué edad tienes?
- ¿Eh? – y su mirada se enfoca en los ojos de gato de Leonardo – die…diecinueve
-Bueno, Dante acertaste con la edad
El mencionado hace una venia con la cabeza.
-¿Haces algo por tu vida?
-Estaba estudiando enología…
-Oh, con que te interesa el mundo de los vinos
La joven simplemente asienta con su cabecita.
-Y dime una joven, bien educada…digamos de buena familia ¿Qué hacía en una subasta?
- ¿Subasta? Pero mi padre me dijo
Y ahora entiende el porqué su padre le insistió con tanta vehemencia que fuera verlo, no era que estuviera enfermo, ya la había colocando en un asqueroso comercio de trata de blancas.
-Sabes que lo que usted hizo es ilegal ¿verdad?
Leonardo y Dante apenas se quedan observándola.
-¡Usted me compró como si fuera mercancía! ¡eso es trata de blancas!
-Yo solo cerré un trato por teléfono…nunca supe cuál sería mi mercancía
Adrienna queda en shock.
-¡Usted cometió un delito!
-Y si así fuera – cruzándose de brazos con elegancia – ¿Qué puedes hacer? Estás en mi casa, la estación de policía más cercana está a cinco horas
La joven apenas puede creerlo.
-Y la policía me debe tantos favores que alguien llegando a denunciarme por trata de blancas sería tomado como una burla y la que terminaría encerrada por loca serías tú Bela Dama
Adrienna se sonroja de golpe.
-Dante, llévala a mi habitación
- ¡No iré a ninguna parte!
-Tú no decides – acercándose y tomando a la joven con violencia por el brazo – que no se te olvide que tu padre fue tan patético y miserable que te vendió por tres millones de euros que seguramente ya perdió en el casino
Los ojitos de la joven empiezan a llenarse de lágrimas.
-Tú acá, no tienes ni voz…ni voto harás lo que a mí se me antoje y no protestarás ¿entendiste Bela Dama?
-Pero yo…
-No eres nada más que mi mercancía – mirando a la joven y detallando el vestido que ella lleva puesto – muy escotado…pero te hace ver hermosa, sei mozzafiato
Adrienna queda en shock…
-Dante llévala a mi habitación ¿todo está listo?
-Sí…Cassandra me ha informado que todo está preparado
-La noche es corta, pero…el deseo no merma
- ¿Qué me va a hacer?
-Nada que no vayas a disfrutar – mirando a Dante – llévala
Y así Adrienna es sacada de la sala y Leonardo dibuja una sonrisa, mientras se cansa de ella disfrutará de probarla una y otra vez, como un buen vino porto…con buen cuerpo y excelente aroma…y esa joven lo tiene todo.
Cuando se aburra de ella tal vez pueda darle una compensación por sus excelentes servicios.
-¿Y bien? ¿cumple tus expectativas? – entrando por una puerta contigua
-Sí, por el momento…por cierto ¿Cómo convenciste al padre?
-Le dije que daría su peso en oro por su hija, si es que aún era virgen
-Oh…bueno al menos para esto pudiste servir…Miguel Ángel
-Cállate Leonardo
El mencionado levanta sus hombros como restando importancia a las palabras de su hermano.
-Por cierto, cancelé tus juntas de la mañana, estoy seguro de que querrás compartir tiempo con la nueva
-Grazie, fratello
-Deja tus payasadas
-Cuando me aburra de ella te la puedo dejar
-No quiero cosas usadas
-Siempre dices eso y ¿Quién termina con todo lo que yo dejo?
Y así a pasos elegantes Leonardo se marcha, dejando a su hermano maldiciendo su nombre y sobre maldiciendo ser su hermano menor…aunque solo sea por quince minutos…
Mientras Adrienna en aquella habitación está una y otra vez mirándose al espejo, tratando de convencerse así misma que es ella quien usa el bello conjunto de lencería; un hermoso corsé blanco, una ropa interior tipo tanga de la más delicada tela de encaje, medias altas hasta los muslos sostenidas en su lugar por el liguero.
Adrienna apenas puede creer que haya tenido que ponerse aquella ropa, ella ni siquiera sabe cómo terminó en aquella situación, solo quiere irse pero sabe que nadie abogará por ella, por el simple hecho de que la familia Rossi es demasiado poderosa, comparando casi a los Médici, así que no es mucho que pueda hacer, simplemente hará caso y espera que Leonardo Rossi no le haga mucho daño.
Cuando escucha la puerta ser abierta y se gira para ver como un hombre la observa con ojos poco decentes, ella en el acto trata de cubrirse con sus manos y aquella acción complace a Leonardo, como toda mujer que no conoce hombre teme por las nuevas experiencias.
-Bellísimo…simplemente eres perfecta
- ¿Eh? ¿Qué…que me va a hacer?
Leonardo no responde nada simplemente cierra la puerta con seguro y se acerca a Adrienna tomándola por la cintura y atrayéndola a su cuerpo, haciendo que el escote que se he a formado sea más notorio y subiendo la temperatura en aquel hombre.
-Simplemente bella
-Por favor, no me lastime…
-Ya te dije…no haré nada que no disfrutes – acercándose para besar a la joven
Pero en el acto Leonardo se detiene dado que ve a Adrienna llorando a mares, y temblando terriblemente, ahora es cuando en verdad se da cuenta de que ella si es virgen, y que ni siquiera tiene el mínimo conocimiento de los actos que él quiere cometer con ella.
-Adrienna…
-Por favor…no…no me haga esto – tratando de secar sus ojitos
Y por primera vez; Leonardo Rossi, aquel que puede tener a cuanta mujer le suplique un mínimo de atención, se ha conmovido…
-Yo…yo no quiero, así no
Y finalmente Adrienna rompe en llanto.
Aquel hombre que tenía las respuestas para todo, aquel que tenía bajo su mando a cientos, miles de personas no tenía ni la más remota idea de cómo calmar a aquella joven que se deshacía en llanto en frente de él, sin mencionar que estaba excitado, su cuerpo reclamando por tomar a Adrienna pero simplemente algo que ha despertado en él, le impide consumar su acto necesitado.
-No llores…
Y así se acerca y seca con cuidado los ojitos de la joven.
-Yo…yo no quiero que suceda así, no es justo solo quería ver a mi padre…me dijo que estaba enfermo
-Espera ¿te mintió?
Adrienna asienta con su cabecita.
-Es decir ¿no sabías a lo que ibas?
Ella niega en el acto, mientras trata de secar sus ojitos.
Y la expresión de Leonardo se ensombrece, así que en el acto toma una de sus batas y cubre a Adrienna con ella, toca un botón y espera…
Hasta que a los pocos minutos tocan la puerta y Leonardo la desbloquea, entrando una mujer mayor quien se acerca y dedica una sonrisa a la pareja.
-Mi niño ¿Qué deseas?
-Lleva a Adrienna a su habitación, has que se duche y tome un refrigerio ligero
Adrienna queda en shock.
-¿Eh? ¿Qué hice mal?
-Nada…después hablaremos tú y yo
-Señorita por favor venga, la llevaré a su habitación
-Nana…
-Sí mi niño…
-Llama a Miguel Ángel y me importa una m****a lo que esté haciendo
La mujer asienta, mientras se lleva a Adrienna.
Al poco llega Miguel Ángel quien al entrar en la habitación de su hermano y ver que tenía la misma cara asesina que su padre sabe lo que le preguntarán.
-Y bien ¿Qué pasó ahora?
-Más te vale decirme ¿Qué le ofreciste a Francesco De Luca?
-Su peso en oro por su hija, me dijo que ya sabía cómo hacerla ir a la subasta
Leonardo apenas levanta la ceja.
-¿Te dijo cómo haría ir a Adrienna?
Miguel Ángel levanta sus hombros como diciendo “no sé”
Epílogo…Los días fueron pasando, los nuevos vides fueron plantados y la hacienda de los Rossi vuelve a verse verde y llena de vida, eso sin mencionar a los dos pares de gemelos que juegan entre los viñedos, claro siempre vigilados por nodrizas y asesinos que tienen la orden de cuidar a esos cuatro bebés…Mientras en la hacienda todos se apresuran a tener todo listo para la boda de Leonardo y Aurora, que será al día siguiente, así que tres damas están charlando amenamente mientras que una de ellas sostiene un par de lindos gemelos entre sus brazos.-Cada día se parecen más a Miguel Ángel…-Lo sé Madame Rossi, y eso tiene contento a mi esposo – dando una sonrisa-Claro los gemelos son su viva imagen – acariciando aquellas lindas mejillas-Espero pronto tener un lindo par de gemelas – sonriendo- ¿Siguen con eso mis nietos?-Están empecinados con tener hermanas – sonriendo, mientras sutilmente acaricia su pancita-Dime algo Aurora- ¿Qué pasa Madame Rossi?- ¿Cuántos meses tienes? – Aur
Miguel Ángel suelta a su familia y recibe a su hermano que cae a sus brazos con un tiro al pecho, todos quedan en shock, mientras que Aryana empieza a gritar que la liberen que ella es la mujer de Leonardo y que tiene que estar a su lado, pero cae al suelo con un tiro certero en el cuello. Miguel Ángel le ha disparado mientras sostiene a su hermano… -¡Bastardo! ¡¿Por qué, por qué lo hiciste?! -Porque tenía que reparar en algo mis errores… - ¡Esta no es la forma! – haciendo presión en la herida de Leonardo – ¡llamen una ambulancia! - ¡Papi! ¡papi! - ¡Aurora llévate a mis sobrinos! – la mujer asienta y se lleva a los bebés que lloran y piden quedarse con su padre - ¡Leonardo! ¡resiste! -Adrienna…lo siento – mirando fijamente a la joven que llora – hice todo mal, debí luchar por tu cariño y resignarme cuando elegiste a mi hermano -Después podremos hablar de eso, pero resiste… -No soy tonto, me estoy muriendo – dejando a su hermano y Adrienna en shock - ¡No, no lo voy a permitir
Leonardo se queda mirando a Adrienna quien llora, mientras se abraza su pancita – no, no es cierto…-Aurora ¿Quién te dijo?-Lo deduje sola, porque Stefanía tiene mucho de Leonardo – frunciendo el ceño-Adrienna, tú…Miguel Ángel apenas suspira antes de sentarse al lado de Adrienna – es verdad, ellas son tu hijasLeonardo queda en shock – ¡¿Cómo?! ¡¿Por qué no me lo dijo?!-¡¿Por qué más va a ser?! ¡porque tú dijiste que la obligarías a abortar!- ¿Qué? – sin quitar la vista de Adrienna-Te escuché decirle a Aryana que si yo quedaba embarazada me obligarías a abortar o me golpearías hasta que perdiera a las niñas – rompiendo en llanto-Por eso me la llevé…y le pedí ayuda a nuestra madreLeonardo apenas puede creerlo – ¡yo tuve lo que a ti te hizo falta! ¡no solo hiciste daño a Adrienna, quisiste hacerle daño a dos niñas que no pidieron existir, por eso dije que son mías! ¡y son mías! ¡yo las amo desde que supe de su existencia! ¡no como tú!Leonardo se acerca a Adrienna y se coloca de
Cada vez que Leonardo queda a solas con las pequeñas estas deben alejarse de él, dado que no quieren ser castigadas por su padre, lo mucho que pueden hacer es jugar con los hijos de Leonardo; al menos Miguel Ángel no les ha prohibido juntarse con sus “primos”. -Elisabetta, Stefanía – acercándose a sus primas que juegas con sus ositos de peluche -¿Eh? – diciendo las gemelas – ¿Qué pasa? -Vamos a jugar, papi nos compró un pony… -Papi no nos deja acercarnos a tío Leonardo – diciendo a coro mientras miran a los gemelos con ojitos de cachorro - ¿Por qué tío Miguel Ángel no quiere a papi? Las gemelas se quedan mirando a los gemelos, y los cuatro bebés empiezan a llorar, alertando a las nodrizas de los bebés, y a Crisanta… -Niños ¿Qué pasa? - ¡Papi no quiere a tío! – diciendo los cuatro bebés a coro Todos se miran apenas – niños – diciendo Crisanta con voz maternal – sus padres se quieren pero como los hermanos, en especial los gemelos siempre tienen diferencias -¿Eh? – diciendo los
-Tío…-Tranquilas, dejaré que su padre me mate por esto – abrazando a las bebés con fuerzaLeonardo ordena andar al caballo y este sale del lago, y empieza a andar hacia la mansión mientras ve cómo quedaron los viñedos de su familia, su expresión se ensombrece y está pensando en qué persona pudiera haber prendido fuego a los viñedos, mientras a lo lejos Aryana sonríe al ver la devastación del lugar y confiada cree que ahora la familia Rossi quedará en la ruina, lo que no sabe la estúpida mujer es que los viñedos solo es un porcentaje bajo de la fortuna de los Rossi, además está la exportación de vinos de los cuales la naviera a cargo de la familia se hace responsable.Sin mencionar los negocios de drogas, casas de apuestas y clubes para caballeros que maneja Miguel Ángel.…-¡¿Cómo que los viñedos están en llamas?! – estando en shock al igual que Aurora-Madame Rossi, alguien de manera intencional prendió fuego a los viñedos- ¡¿Y mis nietas?!-Cuando vine para informarle, las señorit
Leonardo cae y al levantar la mirada ve a Adrienna, mirándolo con todo el desprecio del mundo – ¡no te permito tratar de ese modo a mis hijas! ¡¿está claro?!-Adrienna…-Métete en la cabeza que mis hijas así te duela son de Miguel Ángel, que aunque me violaste ¡tuve unas niñas preciosas con el hombre de mi vida! ¡y no contigo!Todos se quedan mirando a Adrienna…-Stefanía y Elisabetta Rossi Giordano son mis hijas e hijas de Miguel Ángel Rossi…que te quede claro porque una más Leonardo y Aurora no se casará y tus hijos se quedarán huérfanos ¡Mattia!-Sí mía signora…-Vamos al hospital, Stefanía no deja de sangrarY así Adrienna se marcha al hospital con sus hijas.-Leonardo…-Madre…-Al despacho y no me harás repetir dos veces una instrucción ¿verdad?-Jamás, madreY así Leonardo sigue a su madre, mientras su pierna sangra…-Alessa-Sí mi niña Aurora…-Pide que venga alguien a curar la pierna de LeonardoMientras Alessa convence a Miguel Ángel de prestarle a su hermano el médico de la
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