Sandro miró a Ellie caminar hacia su habitación, miraba exactamente como su trasero se contorneaba subiendo las escaleras. Cerró sus ojos y a su mente llegó el cuerpo desnudo de su mujer, golpeó suavemente su cabeza como si eso ayudara a borrar lo que había visto.
"No pienses, no pienses" —se decía con sus manos tapando su rostro.
Subió a su habitación, tomó un baño donde tuvo que desahogarse así mismo, pero luego se sintió mal por haberse masturbado en nombre de Ellie.
Tomó su lugar en la cama y se quedó allí, pensando en ella y lo malcriada que era, pero a la misma vez, era inocente y un poco tierna.
"Al menos trabajar con ella no será una mala decisión" —se dijo.
Ellie entusiasmada, se levantó temprano e hizo algo de desayunar para los dos, esperó ansiosa a Sandro para que le explicase qué debía hacer y al ver que este no bajaba, subió a su habitación y al no verlo por ningún lado entró.
—¿Sandro? —llamó ella, pero no respondió.
La puerta del baño estaba abierta así que pensó en que